Ahorrar en energía es una de las grandes prioridades de los españoles ahora que nos encontramos en mitad del frío. En una época en la que tenemos que sacar los abrigos y toda nuestra ropa de invierno, es más necesario que nunca entender los beneficios que supone para nuestra salud y para el medio ambiente.
Un informe del portal Statista nos advierte de que la demanda de energía eléctrica ha subido en 140 gigavatios por hora respecto a abril. Es normal, no solo por el consumo que supone la calefacción de nuestros hogares, sino también porque ahora contamos con menos horas de luz y necesitamos encender las bombillas con más frecuencia.
Siempre es conveniente tener en cuenta unos consejos para ahorrar en costes importantes como la calefacción en estas fechas, pero también hay que empezar a ser conscientes de lo que sucede cuando encendemos el termostato o nos duchamos con agua caliente.
Ahorrar energía es bueno para ti y para el mundo
Cuando hablamos de energía, no nos referimos solo a la electricidad, sino también a combustibles fósiles como el carbón o el petróleo. Aunque la Red Eléctrica Española afirma que “del total de la potencia instalada nacional, el 50,1 % corresponde a instalaciones de energía renovable”, aún no hemos conseguido deshacernos del perjuicio medioambiental que suponen las no renovables. Estos son los beneficios de ahorrar energía para ti y para el mundo:
- Reduce gastos de energía en los hogares y empresas. Es posible que tu objetivo sea ahorrar para la Navidad, o preparar un buen plan energético para tu empresa. En cualquier caso, una de las principales motivaciones para no gastar energía es ahorrar dinero para otros gastos más importantes, lo que supone un gran beneficio para nuestra salud económica.
- Disminuye la dependencia energética del exterior. En España, la dependencia energética se sitúa en un alarmante 90%. Esto significa que apenas se produce energía, lo que termina afectando a la competitividad del país y a sus ingresos por exportación. Una política de producción propia de energía termina resultando beneficiosa para las cuentas de una nación.
- Reduce el daño ambiental y la contaminación. Reducir la huella de carbono de las empresas y el impacto negativo de los ciudadanos pasa por ahorrar energía en nuestro día a día. Si contribuimos, entre todos, ayudaremos a que la naturaleza recupere su color verde y dispongamos de más bienes naturales para nuestras necesidades.
- Supone una apuesta por la seguridad en el futuro. Un buen uso de la energía permite el abastecimiento de la población a largo plazo. El futuro está formado por smart cities y vehículos automatizados que utilizarán energías limpias para mejorar la vida y el transporte de las personas entre ciudades.
- Aumenta la sostenibilidad de nuestro mundo. La sostenibilidad consiste en asumir que la naturaleza no es una fuente inagotable de recursos, sino que es necesario cuidarla y fomentar un uso racional de todo lo que nos provee
.
- Reduce el deterioro del medio ambiente. El Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) advierte de que la sobreexplotación genera un gran déficit en la energía, porque cada año se consume un 20% más de los recursos que se pueden generar y el planeta se deteriora a un ritmo cada vez mayor.
Ahorrar energía es el primer paso para evitar datos terroríficos, como la reducción de la población mundial de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles en un 58 % entre 1970 y 2012.
- Disminuye el impacto de los gases de efecto invernadero. Uno de los compromisos del Gobierno de España, recogido en la Ley de Cambio Climático aprobada en julio, es el de lograr la neutralidad climática y reducir el envío de gases de efecto invernadero a la atmósfera en, al menos, un 20%. Para ello, es vital que los ciudadanos y las empresas ahorren en energía y contribuyan a este objetivo común.
Al igual que es necesario aprender a ahorrar energía, también lo es ahorrar tiempo en nuestra rutina diaria o establecer objetivos de ahorro medibles y cuantificables que nos ayuden a afrontar el final de año con ánimos renovados.
La Navidad se acerca, y es imprescindible que planifiquemos de antemano el consumo que vamos a tener en casa, junto con el importe total de las comidas o las cenas familiares. Si llevamos a cabo un buen plan de ahorro a gran escala, conseguiremos una buena bolsa de dinero para nuestros gastos, respetando el medio ambiente y evitando los desperdicios de comida.