Vivir en una smart city, ¿qué supone?

¿Vives en una smart city? Estos proyectos de ciudades inteligentes pretenden lograr un equilibrio entre el gasto energético y la sostenibilidad medioambiental.
DigitalizaciónSostenibilidad8 octubre, 2020366111 min

Cuando imaginamos las ciudades del futuro, siempre nos viene a la cabeza una imagen con muchos rascacielos, ciudades que surcan el aire y luces de neón en todas las esquinas. Sin embargo, el modelo de ciudad inteligente o smart city al que nos encaminamos dista mucho de parecerse a esta imagen.

 

En 2050, cerca del 85% de la población mundial vivirá en las ciudades. Esto nos lleva a pensar que cada vez se necesitarán más mecanismos para conocer el comportamiento de la población, y más estrategias sociales para lograr urbes sostenibles en el medio económico y medioambiental.

 

En este artículo veremos qué subsistemas conformarán la smart city del futuro y qué ventajas podrán disfrutar sus ciudadanos. Además, conoceremos los planes de la Unión Europea para dotar de una movilidad sostenible y de medios más eficientes al continente.

 

Los submodelos de una smart city

Debemos tener en cuenta que una smart city es un proyecto complejo, que requiere un gran desembolso en tecnología y unas condiciones propicias:

 

  • Smart sensors: Los sensores inteligentes tendrán la función de recoger los datos de la población para poder interpretarlos y beneficiar a las comunidades. Estarán en los contenedores, en los semáforos o en los parkings, y permitirán tomar decisiones clave para ahorrar energía.

 

  • Smart buildings: Los edificios dentro de una smart city contarán con sistema de domótica que automatizarán procesos como encender la luz o realizar llamadas telefónicas. Además, los smart buildings utilizarán la electricidad, la electrónica y la informática para contar con sistemas energéticos propios.

 

  • Smart greeds: Para lograr el abastecimiento completo a la red eléctrica de la ciudad, tiene que existir un sistema bidireccional capaz de dirigir todas las fuentes de energía a puntos distintos de la urbe. Estos son los smart greeds, que a través de la telegestión y de los centros de operaciones, permiten controlar interruptores a distancia o gestionar incidencias al momento.

 

  • Tecnologías de la información y la comunicación (TIC): Se trata de aquellas tecnologías que unen una smart city con sus habitantes a través de la electricidad pero también de las conexiones wifi. Los usuarios pueden utilizar las apps en su móvil para interactuar con su entorno, lo que permite recolectar mucha información en formato big data, que puede procesarse en los centros de servicio.

 

  • Smart citizens: La labor de un ciudadano es fundamental para el cuidado y el cumplimiento de las leyes en una ciudad. Pero en una smart city, es imprescindible que dé un paso más allá y participe en el proceso de cambio reciclando los residuos, utilizando el transporte público o sustituyendo su coche de diésel por uno eléctrico.

 

Las ciudades con proyectos de smart city

Algunos de los proyectos de smart city más importantes del continente se están llevando a cabo en España. Ciudades como Zaragoza o Gijón están implementando mejoras en su sistema de administración electrónica, mientras que Madrid ya ha creado un Centro Integrado de Seguridad y Emergencias (CISEM). El objetivo es coordinar y organizar cuerpos como la Policía o el Samur, consiguiendo tiempos de respuesta inferiores a los 8 minutos.

 

Bilbao está orientando sus esfuerzos en la reducción del impacto medioambiental y en el empleo eficiente de recursos como el agua, colocándose en el top 5 de ciudades inteligentes de nuestro país. Málaga, por su parte, está llevando a cabo un ambicioso plan para integrar sus energías renovables con la red eléctrica, y ya se han instalado millones de telecontadores en Barcelona para optimizar el gasto de sus ciudadanos.

 

En Latinoamérica, los esfuerzos se están dedicando a tecnologías de smart metering, automatización de la red, vehículos eléctricos, iluminación pública y generación distribuida. En Medellín (Colombia), por ejemplo, se está llevando a cabo una de las mayores transformaciones digitales de metro en el mundo; y en países como Argentina o México se está dando prioridad a nuevos modelos eficientes de transporte público como buses o bicicletas.

 

El compromiso europeo con la smart city

La Unión Europea pretende que el modelo de smart city sea el preponderante en la mayor parte de las ciudades del continente. Con esta meta apareció el objetivo 20-20-20, que pretende reducir un 20% el consumo de energías primarias y emisiones de gases efecto invernadero y aumentar un 20% el de las energías renovables para este mismo año.

 

Además, se han preparado proyectos específicos que reflejan el compromiso de los órganos directivos europeos con la sostenibilidad energética y medioambiental, en el marco del programa The European innovation partnership on smart cities and communities (EIP-SCC). De esta forma, se espera mejorar la vida urbana a través de “soluciones integrales que se enfoquen a los retos específicos de cada ciudad en políticas de movilidad, energía o transporte”.

 

A la hora de contribuir como ciudadanos al desarrollo de nuestra smart city, es imprescindible que sepamos cómo llevar a cabo un consumo responsable y que conozcamos los modelos de movilidad sostenible que tenemos a nuestra disposición.

 

Entre todos, podemos apoyar las iniciativas europeas y españolas para convertir nuestras ciudades en urbes sostenibles que tengan en cuenta las necesidades de sus ciudadanos e implementen tecnologías que nos faciliten la vida.