Planifica tu próxima excursión y visita uno de los pueblos medievales mejor conservados de España

Estos pueblos medievales de España están llenos de encanto, con castillos e iglesias que merece la pena descubrir. Te enseñamos dónde están y por qué deberías visitarlos para favorecer el comercio local.
Actualidad4 febrero, 2021421011 min

El campo siempre es un entorno ideal para viajar cuando nos estresamos demasiado con el ruido de la ciudad. El aire puro y la belleza de la flora y la fauna nos ayudan a desconectar junto a la familia en los entornos rurales de nuestro país. En ellos podemos encontrar muchos pueblos medievales, que tienen un magnífico patrimonio cultural e histórico por descubrir.

 

Las calles empedradas, los edificios hechos de piedra y los castillos situados en las colinas son herencia directa de la Edad Media, una época en la que el culto a Jesucristo y la vida social eran frenéticas en muchos pueblos repartidos por toda la península ibérica.

 

La situación es complicada, porque las comunidades autónomas están imponiendo normas restrictivas para contener el avance del coronavirus. Te recomendamos que te informes sobre ellas antes de viajar a uno de estos pueblos medievales, donde puedes ayudar a impulsar el comercio local de cada zona. Dicho esto prepara el coche, las mochilas y… ¡comencemos el viaje!

 

Los pueblos medievales mejor conservados de España

 

El mundo medieval respira historias y leyendas. En él dominaban los señores feudales y después la aristocracia, que gobernaba cada burgo y lo dotaba de unas características únicas. ¿Te han entrado ganas de visitar pueblos medievales? Te damos unas cuantas ideas:

 

  • Besalú (Girona). Besalú cuenta con uno de los festivales medievales más importantes de España, que se celebra el 5 y 6 de noviembre de 2021. En este pueblecito encontramos templos, construcciones civiles y todo un patrimonio de la comunidad judía medieval, que dejó un precioso castillo. Además, en él se grabó la tercera temporada de la serie Westworld, de HBO.

 

  • Albarracín (Teruel). En esta lista no podía faltar uno de los pueblos más bonitos del nordeste, Teruel. En el siglo XI, un grupo musulmán del linaje de los Ibn-Racin se trasladó a vivir a la zona, fundando la base del futuro castillo de Albarracín y la torre del Andador. Fue a partir del siglo XIV, con su incorporación a la Corona de Aragón, cuando el pueblo comenzó a vivir su época de mayor esplendor.

 

  • Estella Lizarra (Navarra). En el siglo XV comenzó a cultivarse la tradición de este pueblo, conocido como “Estella la bella”. Si caminas por sus calles puedes recrearte la vista con sus palacios, casas señoriales, iglesias, conventos y edificios hermosos, además de contemplar a los miles de peregrinos que hacen el Camino de Santiago todos los años.

 

  • Ronda (Málaga). Ronda tiene un pasado muy rico como capital en una de las provincias de Al-Andalus y como paso fronterizo en el reinado nazarí de Granada. Durante el siglo XVIII se construyeron algunos de los edificios más emblemáticos, como la plaza de toros o el Puente Nuevo.

 

  • Frías (Burgos). Frías es una de las ciudades más pequeñitas de España, pero tiene una herencia medieval impresionante. Puedes comenzar por visitar los distintos miradores, lo que te ayudará a tener una idea del paisaje, para luego meterte por sus calles medievales hasta la Plaza de los Granos y sus míticas casas colgadas.

 

  • Olvera (Cádiz). Cuando nos trasladamos al sur y vamos al pueblo de Olvera, lo primero que vemos son fachadas señoriales junto con plazas y albarrilladas teñidas de color blanco. El castillo, del siglo XII y de tono árabe, pone el contraste en una villa llena de recovecos fascinantes por explorar.

 

  • Pedraza (Segovia). La Plaza Mayor es el centro cultural y social de Pedraza, un pueblo anclado en la nobleza de su gente. La iglesia de San Juan Bautista, del s. XIII, y la Puerta de la Villa, con su cárcel de la realeza, son visitas obligadas antes de parar a comer en uno de sus excelentes restaurantes.

 

  • Peñafiel (Valladolid). Este pueblo medieval está a medio camino entre el aporte musulmán y cristiano durante los siglos X y XI. A los pies del castillo se alza la villa, que fue comandada por el infante Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X el Sabio. Dentro de su patrimonio destacan la Plaza del Coso, el Castillo y la Torre del Reloj.

 

  • Hondarribia (Guipúzcoa). Las villas marineras tienen un encanto peculiar, y en el caso de Hondarribia nos acercamos a un enclave natural a orillas del río Bidasoa. Su posición de frontera natural con Francia llevó a que sufriera asedios constantemente, y en ella puedes descubrir antiguos palacios, casas nobles, murallas y los castillos de Carlos V y San Telmo.

 

Todos estos pueblos medievales tienen una vida y unas costumbres que han trascendido el tiempo y han llegado hasta nosotros. En su entorno rural florecen nuevos negocios de personas y de entidades comprometidas en la lucha contra la despoblación y la inclusión financiera de la ‘España vaciada’.

 

De hecho, el auge de las compras online en las zonas rurales es uno de los motivos que favorecen los movimientos comerciales en los pueblos medievales. Los artesanos que moldean figuras y esculturas con sus propias manos buscan alternativas para exportar su trabajo y cada vez son más los que utilizan métodos como Correos Market para trasladar sus productos al resto del país.

 

Los ciudadanos pueden colaborar viajando hasta ellos y comprando en los comercios locales. Como ves, no hace falta tomar grandes medidas para poner un granito de arena y favorecer el trabajo de los autónomos y las pequeñas empresas en los pueblos de nuestras provincias.