Ha llegado la hora de la mudanza, pero no sabemos muy bien por dónde empezar. No te preocupes, es una situación habitual para todos los que quieren cambiar de hogar por primera vez, pero queremos ayudarte para que no te agobies cuando comiences a poner todo en las cajas.
En esta situación es habitual dejarse llevar por los nervios y bloquearse, pero si tienes un buen plan y decides en qué días vas a guardar cada una de las cosas importantes de la casa, todo lo demás irá volado.
Lo primero que tienes que valorar es el presupuesto con el que cuentas y la cantidad de muebles que vas a transportar. Esto te servirá para decidir qué empresa vas a contratar para realizar la mudanza, en función del tiempo de desplazamiento y de los suplementos que dependan de ello.
7 consejos para vivir una mudanza sin perder la cabeza
Ya te vayas a mudar a otro piso en tu ciudad, o incluso a otra comunidad autónoma, lo primero es mantener la calma. Comienza por poner las cosas en orden y priorizar las tareas más importantes para que puedas seguir estos consejos:
- Haz una limpieza previa. Si eres de los que esperan al último segundo para hacer la limpieza del piso en tu rutina habitual, este es tu momento. Deshazte de todo lo que no vayas a utilizar, porque puede suponerte un coste extra innecesario a la hora de cargarlo todo en el camión.
- Comienza por los objetos pesados. Coloca los libros en cajas de cartón según la temática. Por ejemplo, libros de cocina, manuales o novelas de lectura que no vayas a leer en todo este tiempo. También puedes colocar los jarrones y otros objetos grandes o pesados en papel burbuja y gusanitos para evitar que se rompan.
- No cierres las cajas hasta asegurarte de que está todo. Este es uno de los errores más comunes, porque la gente está deseando terminar con el agobio de la mudanza y se deja una cuchara o incluso algo de más valor, como una tarjeta de crédito. Antes de cerrar las cajas de cada estancia, como la cocina o el baño, revisa todos los rincones para no olvidarte nada.
- ¿Tienes niños? Si piensas que es lo adecuado, puedes dejar a tus niños en la casa de tus padres o de tus hermanos. Pero también puedes intentar que te ayuden con la mudanza en la medida de sus posibilidades. Ponles tareas fáciles, como colocar sus juguetes en las cajas o doblar su ropa en la cama, para que se sientan implicados con el cambio de vivienda.
- Rotula todo lo que puedas. Intenta rotular las cajas por ambos laterales, porque no todas las empresas de mudanzas colocan las cajas en el camión por la misma cara. Además, es conveniente que uses un rotulador y un papel para identificar las bolsas en las que pongas la ropa y otros utensilios de cocina. De esta forma, podrás desembalar todo sin perder tiempo cuando llegues a tu nueva casa.
- Desmonta los muebles para mayor comodidad. Si puedes, divide los muebles en dos o como máximo tres partes. Ten en cuenta también que es conveniente guardar los tornillos y otras piezas pequeñas en una bolsita que puedes adherir al mueble con un mismo precinto para evitar que se te pierdan. En una cama, por ejemplo, puedes ponerlo en la parte inferior del somier.
- Cuando llegues a tu hogar, comienza a planificar. Ahora que estás en tu nueva casa, puedes hacer tu primera lista de cosas a comprar. ¿No es emocionante? Anota las plantas, que te ayudarán a limpiar el aire si acabas de pintar tu nuevo piso, o tal vez una estantería que has visto en tu comercio electrónico de confianza. Siéntete a gusto y relajado, porque lo más difícil ya ha pasado y ahora puedes pensar en cómo vas a decorar cada una de las estancias.
Una de las opciones más habituales es la de realizar una reforma en casa (incluir post 20-10) para adaptar tu entorno a tus propios intereses, teniendo en cuenta el presupuesto máximo que manejas y los metros cuadrados que necesitas para cambiar tus estancias.
También es posible que pienses en buenas ideas para ahorrar en tus gastos alquilando alguna de tus habitaciones a un inquilino conocido o buscando el mejor seguro del hogar para que tu familia esté completamente segura en su nueva casa.
Tomes la decisión que tomes, es importante que afrontes la mudanza con tranquilidad, empaquetando todo lo que consideres necesario y desechando o donando todo aquello que no vayas a utilizar. Ármate de valor, respira profundo y mucho ánimo, que tú puedes.