Cuando nos defendemos frente a los ciberataques, lo primero a lo que prestamos atención es a nuestra propia navegación. Es normal que vayamos con pies de plomo cuando buscamos contenidos en internet, bien porque tememos por la privacidad de nuestros datos o bien porque no queremos abrir correos electrónicos indeseados.
La realidad es que nosotros tenemos una parte de la responsabilidad, pero los ciberataques también crecen por la ausencia de seguridad en los dispositivos. Tenemos que mantener el antivirus actualizado, proponer contraseñas fuertes y realizar copias de seguridad si queremos asegurarnos de que existe una primera capa de seguridad antes de la navegación.
El siguiente paso que podemos dar consiste en conocer los ciberataques más habituales. Esto nos permitirá saber cómo reconocerlo cuando lo veamos por primera vez, o nos ayudará a entender cómo hay que actuar si ya hemos caído víctimas del ciberdelincuente. ¿Estás listo?
Aprende a defenderte frente a los ciberataques más comunes
Los ciberataques se pueden dividir en tres categorías: el phishing o suplantación de identidad, el malware o delito cibernético y los ataques web, que se infiltran en los navegadores para dañarlos. Dentro de ellas hay otros siete tipos de ciberdelitos que debemos tener en cuenta para proteger todos nuestros datos.
- Spear phishing. Los empleados son muy vulnerables ante la recepción de correos electrónicos desconocidos. En muchos casos, pueden caer víctimas de la estafa del CEO o incluso sufrir un impago por suplantación de identidad, lo que puede suponer una pérdida millonaria para la empresa. La mejor forma de prevenir este ciberataque es revisar bien la autoridad del emisor del email y llamar a la empresa ante cualquier duda sobre su intención.
- Whaling. Esta técnica toma los pilares del phishing para robar la información confidencial de los altos directivos de una empresa. Es necesario dotar a todos los trabajadores de un buen plan de prevención frente a los ciberdelitos, de forma que puedan defenderse frente a cualquier intento de robo de los datos fiscales.
- En ocasiones, es posible descargar un archivo y perder el control del ordenador solo unos minutos después. Esta es la estrategia del ransomware, que inutiliza el sistema operativo del dispositivo para pedir un rescate a su usuario más adelante. Intenta revisar todos los archivos que vayas a descargar para que el ciberdelincuente no tenga opción para acceder a tus archivos personales o financieros.
- El software espía es más peligroso aún, porque se infiltra en el ordenador de la víctima y roba su información sin que se entere a lo largo del tiempo. Para evitarlo, es importante tener un antivirus y actualizarlo constantemente, con revisiones periódicas que permitan detectar cualquier programa peligroso.
- Este tipo de malware funciona como el anterior, con la particularidad de que puede servir como vía de transmisión para un virus malicioso. Como su propio nombre indica, es el “caballo de Troya” que puede desembocar en una auténtica escabechina informática para tus datos personales, así que ten cuidado en tu navegación.
- Inyección SQL. Toda empresa tiene una base de datos donde se acumulan carpetas sobre clientes, proveedores o pagos internacionales. El problema está en que existen ciberataques como la inyección SQL, que aprovechan las fallas de seguridad para entrar en ellas y volcar la información a otros dispositivos de forma ilegal. En estas situaciones, es buena idea analizar distintos servidores para utilizar aquel que tenga un mejor sistema de protección frente a ciberdelitos.
- Denegación de servicio (DoS). Otro ciberataque muy conocido en el que se sobrecarga el servidor de una página web para utilizarla. El método es muy sencillo: se programan varios ordenadores en varios puntos del mundo para enviar tráfico a una dirección http, de forma que esta colapsa y queda sin conexión durante horas o incluso días. Una buena solución consiste en incorporar un sistema de detección y prevención de intrusiones (IDS/IPS) para parar el problema en su fase inicial.
Ahora que conoces estos siete tipos de ciberataques, es importante que propongas soluciones para no ser víctima de ellos en casa o en la empresa. Entre las medidas de seguridad adicionales que puedes implementar está el egosurfing, que consiste en realizar búsquedas de tu nombre o de tu negocio en internet para saber si existe alguna información comprometida sobre ellos.
Ya sea en redes sociales o en los navegadores web, siempre tienes que andar con ojo cuando te mueves por la red. En reglas generales, deberías vigilar que las páginas tengan el candado y el protocolo https, utilizar contraseñas alfanuméricas difíciles de averiguar y vigilar que tus periféricos no emiten luces extrañas, lo que puede ser síntoma de que algún ciberdelincuente ha entrado en tu sistema.