Una de las grandes preocupaciones que existen en nuestra sociedad es la brecha digital entre las personas jóvenes y las personas mayores. Los primeros han crecido con la tecnología y la utilizan en cualquier ámbito de su vida, pero los segundos han tenido problemas para adaptarse y no pueden aprovechar todos los beneficios que tiene para su desarrollo físico y mental.
La tecnología ayuda a nuestros mayores, que cada vez tienen más protagonismo en el mundo. Según la OMS, la población mundial mayor de 60 años va a duplicarse, pasando de 900 millones a 2.000 millones en 2050. En España, la población mayor de 65 años representa un 19% del total, y la proporción de octogenarios sigue creciendo (6% del total), según datos del INE.
Esto significa que tenemos por delante un largo camino para empezar a incorporar a nuestros abuelos al mundo digital y al uso de los dispositivos electrónicos. Hoy te contamos por qué los entornos sanitarios recomiendan que empecemos a darles pautas en su día a día para que puedan abrirse a nuevas actividades que estimulen su cerebro.
Las razones para enseñar la tecnología a nuestros mayores
En la actualidad hay muchos problemas que afectan a la salud de las personas mayores, sobre todo aquellos relacionados con el alzheimer o la demencia. El aumento de enfermedades relacionadas con la edad implica que cada vez más instituciones y empresas tienen que esforzarse por desarrollar técnicas novedosas que ayuden a ralentizar patologías neurodegenerativas. Estas son las ventajas que tiene la tecnología para ayudar a los mayores en la recuperación de sus facultades mentales:
- Existen apps específicas para estimular la creatividad. Hoy en día hay cientos de apps que sirven no solo para mejorar la vida, sino también para cuidar de nuestros mayores. De esta forma, ellos pueden trabajar habilidades como el razonamiento, la inteligencia espacial, la decisión o la capacidad de hacer varias cosas a la vez.
- Los dispositivos son fáciles de transportar. El smartphone o la tablet pueden llevarse en un bolsillo o en un bolso pequeño, de forma que los abuelos pueden utilizarlos allá donde vayan con la ayuda de sus hijos.
- La teleasistencia les ayuda a sentirse protegidos. La distancia ya no es un impedimento para pedir auxilio a las autoridades sanitarias, porque existen mecanismos de teleasistencia que ponen en contacto a profesionales sanitarios con las personas afectadas por cualquier problema en su día a día.
- La tecnología permite tener un feedback Los expertos pueden monitorizar la actividad cerebral de los mayores después de someterlos a varios test, lo que significa que pueden anticipar la evolución de enfermedades y dar un tratamiento adecuado a cada uno de ellos según sus circunstancias.
- La tecnología permite, también, hacer un seguimiento exhaustivo del paciente. Las aplicaciones móviles de actividad física pueden medir parámetros como las horas de sueño, los alimentos que se ingieren o la cantidad de pasos que da un hombre o una mujer de edad avanzada. Como resultado, puede detectar fallos psicomotrices desde la mañana hasta la llegada de la noche.
¿Cómo podemos enseñar tecnología a nuestros mayores?
En plena época de covid-19, hemos tenido que aprender a convivir con nuestros mayores desde la distancia, haciendo videollamadas y reuniones digitales para estar al día de lo que les pasaba en la época del confinamiento. Esto ha tenido una parte positiva para ellos, porque han podido aprender cómo funciona un teléfono con la ayuda telemática de sus seres queridos.
Sin embargo, esto no es suficiente para incentivarles a utilizar la tecnología. Debemos aprovechar el elevado ritmo de vacunación de los españoles para acercarnos a ellos con precaución y darles las mejores instrucciones para que la incorporen a su vida: configura sus dispositivos para que puedan llamar con comodidad, explícales paso a paso cómo funcionan las apps de juegos mentales y hazles entender por qué deberían adaptarse al mundo digital.
Si sigues estos consejos, seguro que poco a poco verán la importancia de emplear estos avances técnicos en sus vidas. Eso sí, recuerda ser paciente y disciplinado con ellos, dedicándoles tu tiempo para que puedan sacar el máximo beneficio de las pantallas. De esta forma, conseguirás que desarrollen una conciencia tecnológica responsable para cuidar de su salud mental y estar en contacto con la familia para contarles sus progresos.