El cuidado de las plantas y la huerta exige una gran dedicación, tanto a nivel físico como de tiempo. Mantener la salud de los vegetales requiere mucha constancia, conocimiento y aplicaciones técnicas correctas, a la par que naturales. En este artículo te contamos cómo puedes aprovechar el aceite de neem como un insecticida totalmente ecológico para cultivar tus productos de forma natural.
¿Qué es el aceite de neem?
El aceite de neem se obtiene a partir del fruto del árbol neem o árbol de la India, cuyo nombre científico es Azadirachta Indica. No obstante, pese a ser originario de la India, se cultiva en muchas zonas del mundo, pues es un árbol perenne de clima tropical.
La producción de aceite de neem se realiza aprovechando distintas partes del árbol: semillas, frutos, flores y raíces. Aplicando el tratamiento adecuado, se obtiene un aceite de color ocre, amargo y con un olor que recuerda al del ajo.
Principales usos del aceite de neem
Las múltiples propiedades del aceite de neem lo convierten en un compuesto perfecto para muchos usos diferentes. Destacamos algunos de los más interesantes:
Cuidado de las plantas
Una de las características por las que el aceite de neem se suele utilizar para la protección de plantas es por su propiedad hidrófoba. Su capacidad para repeler el agua es muy útil para mantener la protección, ya que no se desprende de las hojas cuando llueve.
Uso medicinal
Al igual que sucede con otros tipos de aceite, el extracto de neem tiene propiedades muy beneficiosas para la salud:
- Mejora la circulación de la sangre y la presión arterial.
- Ayuda con los trastornos gastrointestinales y úlceras estomacales.
- Propiedades fungicidas, con especial eficacia en el tratamiento de las infecciones de candidiasis.
- Tiene propiedades cicatrizantes y antisépticas, para tratar psoriasis, sarpullidos, eccemas, acné, picaduras y todo tipo de afecciones dérmicas.
Estética
El aceite de neem está presente en diferentes productos capilares, puesto que fortalece su crecimiento y elimina la caspa. También es un gran remedio contra los piojos.
Por otro lado, tal y como hemos avanzado, es muy eficiente en el tratamiento del acné juvenil, herpes, puntos negros o arrugas. Además, se utiliza en la fabricación de cosméticos, champús, pastas de dientes o jabones.
Repelente anti-picaduras
De la misma forma que actúa como anti-plagas en las plantas, el aceite de neem se puede utilizar como repelente de insectos para evitar picaduras, ya que no irrita la piel y mantiene alejados a los mosquitos y arañas.
Control de peso
Otra de las cualidades del extracto de neem es su capacidad adelgazante. Tomar una infusión preparada con las hojas de neem acelera el metabolismo de manera natural y evita la absorción de grasas. Además, es muy saciante.
¿Qué plagas puedes combatir utilizando aceite de neem?
El efecto repelente del aceite de neem permite combatir multitud de plagas. No obstante, conviene utilizarlo con cuidado, puesto que su impacto puede afectar a otros insectos y larvas que no sean perjudiciales para las plantas, pero que estén en ellas. Dicho esto, aquí te dejamos algunas de las plagas que mejor combate el aceite de neem:
- Ácaros
- Pulgón
- Mosca blanca
- Cochinilla
- Chinches
- Gusanos y orugas
- Minadores
- Gorgojos
- Termitas
- Langostas y saltamontes
- Enfermedades causadas por hongos
¿Cómo debe aplicarse el aceite de neem en período de floración?
Si tus plantas se encuentran en proceso de floración, asegúrate de aplicar el aceite de neem a primera hora y solo en zonas exteriores. De esta forma, se secará antes de que lleguen las horas centrales del día y haya riesgo de que se produzcan quemaduras en las zonas donde se haya aplicado el aceite.
No obstante, debes tener en cuenta que el aceite de neem tiene un fuerte olor y un sabor amargo, y en algunos casos, el aroma se puede impregnar en la flor. Por ejemplo, si utilizas aceite de neem para tomates o limoneros, es aconsejable esperar varios días antes de consumirlos.
Claves para preparar insecticida con aceite de neem
La elaboración de insecticida utilizando aceite de neem es sencilla, y se puede hacer en casa con las precauciones necesarias. Lo primero que debes tener en cuenta es que el aceite de neem no se puede aplicar directamente sobre la planta, puesto que tendría un efecto perjudicial para la misma. Para preparar el insecticida, debes mezclarlo con agua. Pero, ¿cómo integrar el agua y el aceite?
Aceite de neem y jabón potásico: el insecticida ecológico ideal
Como sabes, el agua y el aceite son dos compuestos que, por sí solos, nunca se mezclarían. Para conseguir un insecticida homogéneo, debes utilizar otro elemento que actúe como mezclador. La opción más ecológica es utilizar jabón potásico, compuesto por agua, hidróxido de potasio y grasas.
También debes tener en cuenta que el aceite de neem no se puede aplicar directamente sobre la planta, sino diluido en agua. La forma de mezclarlos para obtener un insecticida natural es la siguiente:
- Por cada litro de agua, mezcla 5 ml de jabón potásico y 3-5 ml de aceite de neem.
- Si ves que la mezcla lo admite, puedes incorporar un poco más de jabón potásico, pero no más aceite de neem.
- Además, puedes añadir una pequeña dosis (2 gramos por litro de agua) de bicarbonato para mejorar su eficacia en hongos.
La versatilidad de los pesticidas naturales e insecticidas basados en aceite de neem es total, ya que puedes utilizar el aceite de neem para todo tipo de plantas. Asimismo, su capacidad para erradicar distintas plagas hace que puedas emplear el aceite de neem para araña roja, pulgón, chinches… En definitiva, insectos de distintos tipos que pueden afectar a tus cultivos.
Cómo administrar el insecticida adecuadamente
Una vez has elaborado el insecticida, debes saber cómo aplicarlo correctamente. Lo más aconsejable es utilizar un pulverizador y aplicar algunas gotas en las hojas de la planta. Otra opción muy útil es aprovechar el riego para esparcir la mezcla. Lo que debes evitar es que el insecticida caiga de golpe, lo que podría afectar al crecimiento de la planta.
Recuerda que debes aplicarlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando la intensidad del sol se reduce. De lo contrario, al contener aceite, la planta se podría quemar.
- Si lo usas como prevención, adminístralo cada 20 días.
- Cuando quieres combatir una plaga existente, aplica el tratamiento cada 4-5 días hasta que quede erradicada. Ten en cuenta que su efecto no es inmediato, sino que deberás esperar varios días.
Cuidar los cultivos es fundamental para mantener la producción agrícola en buenos niveles. La mayoría de veces, el cuidado de los mismos depende directamente del agricultor. Sin embargo, hay ocasiones en las que están a merced de factores incontrolables, como la climatología o los incendios. Por ello, es importante contar con un buen seguro multirriesgo agrícola como los que te ofrecemos desde el Grupo Caja Rural estés tranquilo y cubierto ante posibles inclemencias naturales que, a diferencia de las plagas, no están bajo tu control.