A lo largo de los últimos dos años, el salario mínimo interprofesional ha subido en España de 965 euros mensuales en 2021, hasta los 1.080 euros que se acaban de fijar ahora. Sin embargo, cuando hablamos de salario mínimo interprofesional nos referimos a un dato bruto.
Pero, ¿sabes qué diferencias hay entre el salario bruto y el salario neto? Se trata de dos conceptos cuyo significado difiere y que hay que tener en cuenta a la hora de organizar el dinero que recibes a final de mes. También es importante si estás buscando trabajo y te plantean cuál será el salario anual o mensual que recibirás. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber.
¿Qué quiere decir bruto y neto?
Lo primero que vamos a hacer es definir los conceptos de “bruto” y “neto”. El valor bruto hace referencia a la cantidad original, antes de que se apliquen las retenciones o se añadan los impuestos correspondientes.
Por su parte, el valor neto es la cuantía que queda una vez se ha restado la parte proporcional a las cuotas de la Seguridad Social y las retenciones que se apliquen a cada trabajador sobre el IRPF.
En otras palabras, el salario bruto es la cuantía económica que la empresa paga a sus trabajadores, y el salario neto es lo que los trabajadores perciben, una vez se han aplicado los impuestos y deducciones correspondientes.
¿Qué es el salario bruto?
Teniendo en cuenta la diferencia que hemos mencionado anteriormente, es momento de trasladarlos al salario. Así, el salario bruto es la prestación económica que la empresa da al trabajador antes de aplicar las retenciones y deducciones obligatorias.
El salario bruto, a su vez, se compone del salario base, que suele estar regulado en el convenio sectorial correspondiente, más los complementos salariales que se apliquen en cada caso. Es importante tener en cuenta que, cuando un candidato está realizando una entrevista de trabajo para optar a un puesto, el sueldo que la empresa suele ofrecer corresponde al valor bruto.
¿Cuál es el sueldo bruto de una nómina?
Tal y como hemos mencionado, el sueldo bruto se compone de varios conceptos sobre cuya suma, posteriormente, se aplican las deducciones necesarias en cada caso. Es importante saber todos los componentes y la estructura de una nómina para calcularlo correctamente, sobre todo en aquellos aspectos que son variables:
- Salario base: es la cantidad fija mínima que se percibe por el rendimiento del trabajo.
- Complementos salariales: son pequeñas cantidades adicionales por cumplir determinadas circunstancias, como antigüedad, nocturnidad, peligrosidad, etc.
- Horas extra: todas las horas de trabajo que excedan el máximo diario estipulado se remuneran de forma más elevada. En el caso de los trabajadores con contrato a tiempo parcial, las horas extra se denominan horas complementarias.
- Pagas extra: cada año, los trabajadores reciben dos pagas extraordinarias, generalmente en diciembre y en junio. Esta cantidad se puede ingresar de forma extraordinaria o puede prorratearse, dividiéndose en 14 pagas y aplicando el porcentaje adicional correspondiente en la nómina mensual.
- Percepciones no salariales: son todos los ingresos que, aunque no corresponden directamente al rendimiento del trabajo, están relacionados o influyen en él de alguna manera. Por ejemplo, los gastos en dietas o viajes, o las prestaciones que se reciben de la Seguridad Social en una situación de incapacidad temporal.
¿Cuánto se le quita a un sueldo bruto?
La parte proporcional del sueldo que se deduce del bruto no es fija, sino que puede variar en cada caso. Sin embargo, hay dos grandes bloques de deducciones que se aplican sobre el salario bruto:
- Deducciones de la Seguridad Social: son las deducciones que se aplican por el hecho de ser trabajador y que generan ciertos derechos derivados. Varían en función del salario bruto, pero se componen de 4 cotizaciones:
- Contingencias comunes: es el porcentaje que se destina a pensiones y otras prestaciones.
- Accidentes de trabajo o enfermedad profesional: es la cobertura económica que percibimos en caso de que suframos un accidente laboral.
- Cotización por desempleo: en caso de despido, esta cotización es la que se utilizaría para tener derecho a paro.
- Formación profesional: un pequeño porcentaje se destina a que los trabajadores puedan recibir formación por parte de la empresa.
- Retenciones del IRPF: en este caso, es la parte proporcional que destinamos al pago de impuestos como personas físicas, como contribuyentes. Por esta razón, y a diferencia de las deducciones de la Seguridad Social que son fijas, el porcentaje de retención se puede aumentar si así lo solicita el trabajador, siempre que cumpla el mínimo legal exigido en función del salario bruto.
¿Qué se deduce del salario bruto?
Las deducciones, como hemos comentado, son las cuantías que se restan del salario base, pero que se invierten en el propio trabajador. Las más comunes son las cuatro que hemos mencionado en el punto anterior, aunque puede haber otras específicas según cada actividad profesional.
Por ejemplo, deducciones por utilizar ciertos equipos o vestimentas especiales, o determinados tipos de bonificaciones o incentivos a largo plazo.
¿Qué quiere decir sueldo neto?
Hablemos ahora del sueldo neto, al que podemos definir como la cantidad económica que el trabajador percibe en su cuenta bancaria todos los meses. Es, por tanto, el resultado de restar todas las deducciones y retenciones al salario bruto. Por esta razón, el sueldo neto siempre será menor que el sueldo bruto.
En función de la situación individual de cada uno, calcular el sueldo neto puede ayudarnos a decidir si queremos aumentar la retención del IRPF para que, a la hora de realizar la declaración de la renta, el resultado sea más favorable.
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¿El salario mínimo interprofesional es bruto o es neto?
Cuando hablamos del salario mínimo interprofesional, que actualmente acaba de subir a 1.080 euros en 2023, nos referimos a un valor bruto. Por tanto, hay que tener en cuenta que, en la práctica, los trabajadores recibirán algo menos de 1.080 euros mensuales.
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