La inteligencia artificial está a la orden del día, pasando de ser un concepto desconocido a formar parte de nuestro lenguaje habitual, pero ¿sabemos realmente cuál es su naturaleza?
¿Qué es la inteligencia artificial?
Actualmente no existe un criterio unánime dentro de la comunidad científica para definir la inteligencia artificial, también conocida como IA. El Parlamento Europeo la define como “la habilidad de una máquina de presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear”. Por su parte, la Real Academia Española especifica que la inteligencia artificial es “la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”.
Se trata de una práctica que han adoptado cada vez más sectores empresariales para optimizar sus resultados al descubrir cómo aplicar la inteligencia artificial en su empresa. La gran duda que surge en este punto es: ¿llegaremos a un punto en el que las máquinas sean capaces de sustituir a los humanos?
¿Cómo funciona esta ciencia artificial?
La inteligencia artificial es la combinación de algoritmos para replicar el comportamiento de los seres humanos. La base de la inteligencia artificial son los datos y las interconexiones entre ellos, lo que permite a un dispositivo aprender determinados patrones de comportamiento adquiridos. Para ello, los dispositivos combinan una enorme cantidad de datos con algoritmos inteligentes y lo hacen de forma repetitiva, de manera que aprenden sendos patrones a base de procesar iterativamente los datos adquiridos.
Simplificando mucho, el funcionamiento de la inteligencia artificial puede describirse en cuatro fases:
- Identificación del problema.
- Análisis de situaciones ya acontecidas para examinar las posibles soluciones.
- Predicción de cuál será la mejor solución al problema partiendo de las variables que ya conocemos.
- Determinación de la solución más factible y adquisición como patrón de comportamiento en futuras ocasiones.
Algoritmos artificiales: últimos avances
La inteligencia artificial se basa, principalmente, en varios tipos de algoritmos. No obstante, es importante destacar que, si bien la inteligencia artificial se compone de algoritmos, no todos forman parte de esta. En general, se pueden englobar en tres grandes grupos:
- Aprendizaje supervisado: se entrenan en base a conceptos y ejemplos previamente etiquetados.
- Aprendizaje no supervisado: en este caso, se utilizan para toda aquella información que no está etiquetada.
- Aprendizaje por refuerzo: aquí, la interacción se produce con el entorno mediante prueba y error.
Los avances más recientes en este campo hacen prever que, próximamente, la inteligencia artificial evolucionará hacia un modelo neuro-simbólico, en el que los dispositivos sean capaces de argumentar su respuesta ante determinados razonamientos esporádicos.
La IA en nuestro día a día
La inteligencia artificial ha experimentado una rápida evolución a lo largo de los últimos años, hasta el punto de que los avances más recientes la han introducido en todos los ámbitos de nuestra vida diaria. Estos son algunos ejemplos de técnicas de inteligencia artificial:
- Hogar: son muchas las personas que utilizan un asistente virtual en su casa de manera habitual. Este tipo de aparatos funcionan a base de inteligencia artificial. Por ejemplo, puedes programar al asistente para que te despierte todos los días a la misma hora. Asimismo, es capaz de aprender a reconocer tu voz y ejecutar las órdenes que le des.
- Hoteles: este es uno de los sectores que más provecho está sacando de la inteligencia artificial para ofrecer una experiencia más cómoda a sus clientes. Pensamos, por ejemplo, en la capacidad para activar sonidos relajantes cuando el cliente está en la habitación.
- Medicina: uno de los campos de aplicación en los que la inteligencia artificial está ayudando a crecer exponencialmente es la medicina. Así, ya hay sistemas de detección precoz del cáncer de mama basados en inteligencia artificial, o prótesis inteligentes que memorizan los movimientos de una persona.
⮞ ¿Existe algún peligro en el uso de la IA?
Las nuevas posibilidades que ofrece la tecnología, como el big data o la inteligencia artificial, ofrecen múltiples ventajas, pero también entrañan ciertos riesgos y limitaciones. Al regirse mediante datos objetivos, la inteligencia artificial conlleva una pérdida de humanización en determinados aspectos. Esto puede dar lugar, por ejemplo, a situaciones en las que se produzcan discriminaciones, a violaciones de la privacidad, suplantación de identidad, etc.
Por otro lado, aunque sea de manera remota, siempre puede ocurrir algún fallo en los dispositivos con inteligencia artificial. En situaciones como, por ejemplo, una operación quirúrgica, esto podría acarrear un desenlace muy negativo.
⮞ ¿Realmente la inteligencia artificial puede sustituir a los humanos?
La inteligencia artificial, aplicada correctamente, es una gran herramienta para acelerar el desarrollo de una sociedad. No obstante, no hay que olvidar que esta tecnología carece de un componente necesario e inimitable de los seres humanos: la emocionalidad.
Por tanto, es difícil pensar que la inteligencia artificial pueda llegar a sustituir algún día a los humanos. Lo que sí ocurrirá con toda probabilidad es que se convertirá en una tecnología indispensable en nuestras vidas en todos los ámbitos, tanto en el personal como en el profesional.