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En la actualidad existen diferentes técnicas y trucos para que tus plantas y cosechas continúen creciendo en todo su esplendor, aún en verano. A continuación, hacemos un repaso por las más populares para proteger tu huerto en verano y que no se vea resentido ante las altas temperaturas.
¿Se puede mantener un huerto en verano?
A diferencia de otros meses, en agosto suele ser habitual que las temperaturas superen los 30ºC a lo largo del día en muchas zonas de nuestro país. Esta situación provoca que algunas hortalizas – como por ejemplo los pimientos, las berenjenas o los tomates – puedan presentar problemas para completar correctamente su proceso de polinización.
Por ello, a lo largo de las últimas décadas se han desarrollado y/o perfeccionado algunos sistemas que permiten refrescar las plantas y mantenerlas a una temperatura óptima, como puede ser el riego por goteo, la aspersión o la colocación de dispositivos de sombreado. De hecho, este último método suele ser más práctico y eficiente que los relacionados con el riego, ya que no requieren consumo de agua y su instalación y mantenimiento conlleva menos tiempo.
Consecuencias del exceso de temperatura en la cosecha
Todas las plantas que conforman tu huerto están expuestas a la radiación solar y las altas temperaturas durante todo el verano, por lo que podrían sufrir quemaduras si no las cuidas adecuadamente. Es más, un exceso de calor podría causar daños irreparables en tu cosecha, ya que las altas temperaturas fomentan la evaporación, una menor absorción de agua y que las frutas, verduras y hortalizas crezcan con mayor debilidad y una menor densidad de follaje, lo que provoca que la cosecha se vea aún más expuesta a la radiación del sol.
⮞ ¿Cómo afecta el calor a las plantas?
El calor no es gran amigo de las plantas, y puede afectar de forma nociva a su desarrollo, por ejemplo:
- Mutaciones y daños irreversibles en los cultivos si tu cosecha se ve expuesta a la radiación solar y las altas temperaturas. De hecho, una radiación UV situada entre los índices 8 a 10 podrían llegar a causar en tus cultivos algunos daños como decoloración, deshidratación o incluso roturas superficiales.
- Las frutas, verduras y hortalizas también se pueden ver afectadas cuando las temperaturas alcanzan o superan los 30ºC, ya que este nivel de calor afecta a su color, empeora su apariencia y disminuye su valor comercial. El exceso de calor también puede provocar una floración prematura. Esto provoca que la planta no complete su crecimiento de forma completa, por lo que el cultivo tampoco lo hará adecuadamente.
- Las altas temperaturas pueden provocar que se dé un estrés hídrico en los huertos, especialmente en los huertos urbanos, ya que su menor cantidad de sustrato provoca una mayor deshidratación. Generalmente, el estrés hídrico se presenta cuando las plantas no cuentan con la suficiente cantidad de agua, lo que disminuye su crecimiento y fortaleza.
¿Cómo cuidar el huerto en verano?
Como puedes ver, cuidar y proteger tu huerto durante la época estival resulta fundamental para que sufra el menor daño posible y los cultivos no se vean afectados. A continuación, te ofrecemos algunos trucos y consejos para que tu huerto no se resienta a pesar de las altas temperaturas.
Consejos para proteger tu huerto del calor veraniego
⮞ Sombreado mediante mallas
Se trata sin duda de uno de los métodos más populares para proteger las huertas del sol y del calor. La colocación de mallas agrícolas de diferentes materiales, tamaños y colores, sobre huertos rurales y urbanos, permiten tan solo el paso de la luz necesaria para ayudar a mantener un ambiente fresco y evitar que se dañen los cultivos. Además, este sistema favorece el mantenimiento de la humedad del suelo y reduce la evaporación, con lo que se consiguen mejores cosechas y un mayor ahorro en agua al no ser necesario el riego de forma continuada.
Las cubiertas de sombra suelen estar hechas de telas ligeras que ayudan a mantener tu huerto fresco y protegido de una excesiva radiación solar. Eso sí, es importante que las coloques varios centímetros por encima para evitar que el suelo retenga el calor.
Recuerda que existen algunos cultivos de media sombra, es decir, que son capaces de crecer y desarrollarse plenamente sin necesidad de que el sol incida de forma directa sobre ellos. Algunos ejemplos que puedes tener en cuenta para cultivar en tu huerto sombreado son la lechuga, la achicoria, la rúcula, las espinacas, el hinojo o las zanahorias, entre otros.
⮞ Acolchado del suelo
Para evitar que la radiación solar incida directamente sobre el sustrato, aumente su temperatura y se evapore el agua, otro método muy popular y bastante efectivo consiste en cubrir el suelo con una capa de materia orgánica. El mulching o acolchado consiste en colocar una cobertura de material orgánico permanente sobre la tierra con el fin de aislar el sustrato del aire y protegerla.
Para realizar el acolchado se pueden utilizar materiales como paja, restos de poda o siega, pequeños trozos de madera o incluso otros productos que puedan descomponerse con el paso del tiempo como el papel o el cartón. Gracias al mulching evitarás que el sustrato de tu huerto reciba la radiación solar de forma directa, manteniendo así la tierra húmeda durante un mayor periodo de tiempo.
Además, al realizar el acolchado con material orgánico, tus cultivos irán recibiendo una dosis de nutrientes de manera paulatina. De esta forma, no tendrás que añadir materia orgánica extra durante el verano y conseguirás una cosecha más rica y sabrosa.
⮞ Frecuencia para regar el huerto en verano
Si una cosa debes tener clara es que en los días más calurosos será cuando tu huerto necesite una mayor cantidad de agua, por lo que el riego diario durante el verano resultará esencial para mantener la correcta hidratación de tu cosecha. Sin embargo, a la hora de regar es importante saber elegir el momento y emplear un método adecuado para que puedas refrescar la tierra óptimamente.
El mejor momento del día para regar siempre será cuando las temperaturas sean más bajas, es decir, a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. De esta forma evitarás que el agua se evapore por el calor y que el contraste entre la temperatura ambiente y la del agua no dañe tus cultivos.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora regar es la temperatura. Y es que, como hemos mencionado anteriormente, el contraste de temperatura entre el agua fría y el calor de la tierra provoca que esta no se hidrate correctamente. La mejor opción en este caso será que utilices agua templada para tu riego siempre que sea posible.
En definitiva, existen diversas fórmulas para mantener tu huerto protegido contra el calor este verano. Cada una tiene sus características y peculiaridades, así que te recomendamos que escojas aquella que mejor se adapta a tus recursos y necesidades.
Eso sí, recuerda que indiferentemente de la opción que escojas, aquellas acciones que realices para mantener tu huerta fresca sean siempre respetuosas con el medio ambiente.