¿Qué plantar en la huerta de invierno?

Los huertos de invierno nos dan muchas posibilidades para consumir verduras locales y de temporada. Descubre como planificar tu huerto de invierno dependiendo de la zona en la que estes.
Cooperativismo 📢20 enero, 2022433912 min

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A la hora de pensar en cultivar nuestras propias verduras y hortalizas nuestra mente rápidamente nos lleva a pensar en la primavera y el verano. Sin embargo, el otoño es una época con muchísimas posibilidades para cultivar productos como la lechuga, las zanahorias o el brócoli. La huerta de invierno nos asegura el acceso a verduras de hoja como la espinaca o la acelga y nos impulsa a llevar una alimentación más local y alineada con la época que vivimos en cada estación del año.

¿Qué son los cultivos de invierno?

Los cultivos de invierno son aquellas hortalizas, verduras, tubérculos y plantas aromáticas que son resistentes a las bajas temperaturas o que por su condición solamente se dan de noviembre a marzo.

Tanto si tienes un invernadero como si tu idea es sembrar o plantar a la intemperie existe un amplio listado de verduras que puedes cultivar en la huerta de invierno.

Factores a tener en cuenta para planificar un huerto de invierno

Antes de lanzarte a coger la azada, es necesario que planifiques tu huerta de invierno teniendo en cuenta varios factores:

  • Tu nivel de experiencia labrando la tierra.
  • El tiempo semanal del que dispones para cultivarla.
  • El clima del territorio donde resides.

Estas tres variables serán determinantes a la hora de definir la hoja de ruta que configurará la huerta de invierno. Como es lógico, la temperatura media y el número de heladas o precipitaciones no son variables aptas para todo tipo de cultivos.

Cultivos de otoño/invierno en España

En función de la zona de España en la que residas y dependiendo si tienes un huerto urbano o uno tradicional, te conviene apostar más por unos cultivos de invierno u otros.

⮞ Huerto de invierno en zonas cálidas

Así, si por ejemplo resides en regiones como la Comunidad Valenciana, Murcia o Andalucía, donde apenas hay heladas, las opciones de cultivo son mucho más diversas que en el interior de la meseta.

Bajo estas condiciones climatológicas y en zonas de este tipo podrías decantarte por las siguientes hortalizas y verduras:

  • Coliflor
  • Brócoli
  • Col
  • Coles de Bruselas
  • Zanahoria
  • Espinaca
  • Guisantes
  • Puerro
  • Cebolla
  • Lechuga

Los hortelanos que vivan en estas provincias, además de poder considerarse unos afortunados, podrán sembrar sus verduras y hortalizas si así lo desean. Como probablemente ya sabrás, existen dos formas de planificar tu huerta de invierno: a través del proceso de siembra o utilizando plantón.

⮞ Planifica tu huerto de invierno: siembra o plantón

La diferencia principal entre ambas opciones es que en la siembra vives el proceso completo. Es decir, ves crecer la planta desde que es una semilla diminuta hasta que se convierte en una alimento nutritivo que incorporar a tus menús saludables. Por el contrario, si apostamos por comprar directamente el plantón hay una parte del proceso de germinación que inevitablemente nos perdemos.

Comenzar con los cultivos de invierno utilizando semillas es un proceso apasionante, pero solo apto para los hortelanos que residan en zonas donde casi nunca haya heladas y, sobre todo, para aquellos que tengan el tiempo suficiente que demanda este proceso.

Sacar adelante nuestra huerta de invierno utilizando directamente el plantón de nuestros futuros cultivos acelera el proceso porque en lugar de partir de una semilla que necesita germinar, introducimos en la tierra la planta ya crecida y germinada. Por lo tanto, el proceso es siempre mucho más ágil.

⮞ Huerto de invierno en zonas con heladas

Si por el contrario resides en comunidades como Castilla y León, Navarra, La Rioja, Aragón o incluso Asturias, Galicia o País Vasco, probablemente tu planteamiento de huerta de invierno deba ser ligeramente distinto. Al tratarse de lugares donde las heladas están casi a la orden del día, debes valorar la idea de un invernadero o centrarse directamente en cultivos muy resistentes al frío.

Bajo este contexto, la principal diferencia entre la huerta de invierno de un lugar fresco y la de otro más cálido es la accesibilidad al proceso de siembra. En este tipo de regiones, aunque la siembra se puede realizar a lo largo de octubre, noviembre e incluso diciembre, las heladas o precipitaciones dificultará que la planta se asiente bien y crezca fuerte.

Por ello, lo más aconsejable es apostar directamente por el plantón. Al comenzar con esta alternativa lo que hacemos es darle algo de ventaja a la planta para que se asiente y pueda establecerse antes de que lleguen los meses más duros.

Aun así, si te dedicas a la agricultura de forma profesional y no quieres arriesgarte a que las bajas temperaturas te den un buen susto, quizás te interese echar un ojo al seguro multirriesgo para invernaderos que

Consume verduras locales y de temporada

Trabajar la huerta de invierno, además de asegurarnos un menor número de plagas, es una excelente oportunidad para aprender a comer hortalizas y verduras de temporada. Al plantar o sembrar aquellos alimentos que demanda la tierra y el clima, adaptamos nuestro consumo a los cultivos que la huerta nos ofrece. En otras palabras, comenzamos a comer más pegados al calendario y menos influenciados por las modas culinarias.

Así, de la misma forma que en otoño consumimos mandarinas, uvas o manzanas y no cerezas, melocotones o sandías, en el ámbito de las verduras debemos hacer lo mismo. Por mucho que veamos en los lineales del supermercado mango, aguacate o papaya no son productos de cercanía ni tampoco de temporada. La mayoría de estos alimentos proceden de América Latina con la consiguiente huella de carbono que trae consigo su consumo.

Por esta razón, tener una huerta de invierno no solo es un pasatiempo muy saludable que te mantendrá conectado a la naturaleza, sino también una forma de crear conciencia con los productores locales de tu territorio. Al vivir en primera persona el esfuerzo que supone sacar adelante un buen ramillete de zanahorias o ver crecer una coliflor bien sabrosa, la conciencia por consumir alimentos locales también se despierta.

Al apostar por comprar hortalizas, frutas, verduras, huevos o productos lácteos de proximidad estamos contribuyendo a mantener la producción agrícola y ganadera del territorio en el que vivimos, lo que contribuye a fomentar el empleo de estas personas.

Precisamente por todas estas razones, desde las entidades del Grupo Caja Rural trabajamos para visibilizar y apoyar la labor que realizan los agricultores y ganaderos de las distintas regiones de nuestro país. Y es que, si somos la huerta de Europa es gracias a su esfuerzo y dedicación por la tierra.

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