Nuestro país tiene un patrimonio cultural e histórico increíble, como lo demuestran las preciosas ciudades antiguas y las serranías que se encuentran esparcidas por todas las comunidades autónomas. Dentro de ellas podemos encontrar ecos del pasado, de las civilizaciones que habitaron hace miles de años y que dejaron un legado imprescindible para conocerlas, a través de lugares como los yacimientos de arte rupestre.
El 9 de octubre es el Día Europeo del Arte Rupestre, una fecha en la que recordamos lo importante que es preservar y visitar este legado en toda España. En los pueblos y en las zonas rurales hay una gran cantidad de cuevas donde puedes admirar las figuras de personas humanas persiguiendo ciervos y antílopes para cazar y alimentarse.
En este artículo te enseñamos a qué yacimientos puedes ir para disfrutar de las pinturas rupestres que todos admiramos. No te olvides de planificar un par de días alrededor, para disfrutar de la gastronomía local o conocer espacios rurales donde puedas hacer actividades nuevas con los niños.
Yacimientos de arte rupestre para visitar con la familia
- Tito Bustillo. En la cornisa cantábrica puedes encontrar algunas de las mayores joyas prehistóricas de toda Europa. En 2008, la UNESCO incluyó en su lista de Patrimonio de la Humanidad a un conjunto de 18 cuevas muy representativas del arte rupestre, entre ellas las que están en este yacimiento descubierto en Ribadesella. Las pinturas están datadas de entre el 22.000 y 10.000 a. C, y si bien solo puede visitarse el Panel Principal de la cueva, también es posible acceder al Centro de Arte Rupestre para ver reproducciones de las originales.
- Cueva de Altamira. También en el norte de nuestro país se encuentra uno de los lugares más asombrosos del continente: la Cueva de Altamira. Los bisontes, caballos, ciervos o manos misteriosas representados en sus paredes fueron grabados entre el 35.000 y el 13.000 a.C., convirtiéndola desde 1985 en uno de los espacios artísticos conservados más importantes de la Prehistoria. En ella puedes encontrar restos de distintas épocas, desde el Magdalenense hasta el Gravetiense, por lo que es un buen ejemplo de cómo convivieron diferentes culturas en nuestra tierra.
- Roca de los Moros. Si nos vamos al mediterráneo podemos encontrar otro famoso Patrimonio Mundial que, al contrario que los anteriores, apareció en una época más próxima a nuestra era. La Roca de los Moros se descubrió en la comarca catalana, y contiene pinturas que representan animales y cazadores con arcos que pertenecen a los años 7.000 y 100 a.C. Además, puedes encontrar inscripciones de época ibérica y romana, que se complementan con escenas pictóricas de danzas y bailes prehistóricos.
- Prado del Navazo. El arte rupestre levantino llegó a penetrar en Aragón, una región donde podemos disfrutar de la sierra de Albarracín. En ella se encuentran grabados y grandes figuras de animales, que producen un marcado contraste con el color rojo de las pinturas del arco mediterráneo. El Prado del Navazo, datado entre el 7.000 y el 4.500 a. C, es un lugar de obligada visita, un abrigo en el que las representaciones de grandes bóvidos se erigen como protagonistas.
- Cueva de los Caballos. En el barranco de la Valltorta, dentro de la provincia de Castellón, nos podemos encontrar un paraje inigualable, con un rico ecosistema animal y vegetal que nos da la bienvenida. En el interior de la primera cueva puedes encontrarte a un grupo de arqueros disparando flechas a una manada de ciervos, pero también puedes encontrarte otros diecinueve espacios que datan de unos 7.000 años. A medio kilómetro del barranco está el Museo de la Valltorta, donde los visitantes pueden apreciar una reproducción a tamaño natural de la cueva y obtener información sobre las técnicas que utilizaron los autores de las pinturas que decoran el interior de la cavidad.
- Yacimiento de Atapuerca. En último lugar tenemos uno de los yacimientos más importantes de todo el mundo. El Yacimiento de Atapuerca, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1997, permite a los visitantes conocer de cerca la evolución humana en Europa, penetrando a través de un gran paso artificial de roca caliza en la Sima del Elefante, el Complejo Galería y la Gran Dolina, los tres espacios habilitados para el público. Eso sí, recuerda que para poder acceder es necesario utilizar el autobús, pero una vez te encuentres allí podrás disfrutar del patrimonio histórico que nos regala este increíble espacio arqueológico.