Según los últimos datos publicados por el INE y referentes al 2019, España genera anualmente 133,2 millones de toneladas de residuos. A pesar de llevar años expuestos a diferentes lecciones en materia de reciclaje, solamente el 42,4% de los residuos son reaprovechados, mientras que el 57,6% restante termina en los vertederos.
En un contexto pandémico donde la crisis climática es una evidencia que preocupa cada vez más a la comunidad científica, han comenzado a crecer dos términos vinculados directamente con la sostenibilidad y el aprovechamiento de los recursos: upcycling y recycling.
¿Qué es el upcycling?
El fenómeno upcycling surge en Alemania a finales de los años 90, a raíz del libro homónimo escrito por Gunter Pauli. A partir de aquí, la parte de la sociedad alemana más concienciada con el reciclaje y el cuidado del medioambiente comienza a utilizar este término en exposiciones y performances artísticas.
De modo que, el concepto de upcycling nace para dar nombre al movimiento dedicado a incrementar el valor de un objeto reciclado. El upcycling busca dar un nuevo significado, pero sobre todo una nueva vida a los objetos que anteriormente estaban en desuso o habían sido relegados al contenedor de la basura.
Podríamos decir que la gran diferencia entre upcylcing y recycling radica en que el upcycling reutiliza de forma creativa un producto sin alterar sus características y funciones principales. Por ejemplo, coger una vieja silla de madera de casa de tu abuela, arreglarla y pintarla de un color que te guste es una demostración de upcycling.
Upcycling de ropa, un ejemplo presente en nuestro entorno
Utilizar dos o tres cajas de fruta de madera, unirlas y customizarlas a tu antojo para crear un mueble para el televisor es otra forma de dar vida al concepto upcycling. Quizá no utilicen este término, pero cada vez son más las personas que aplican el upcycling en su armario: convertir una camiseta de los 90 en un moderno crop top o teñir los pantalones de pata ancha que encontraste por casa para que recuperen su vitalidad son ejemplos de upcycling de ropa.
Al final, con este tipo de gestos, estamos creando un nuevo producto sin necesidad de reducir o destruir el antiguo. Simplemente, consiste en dar un nuevo lavado de cara a objetos que de otra forma acabarían en los contenedores.
¿Qué es el recycling?
Por otra parte, el recycling alude directamente al reciclado. Consiste en crear objetos nuevos a partir de materiales reciclados. Para lograrlo, se destruyen los productos enviados a reciclar para extraer su materia prima. A partir de ahí, se utiliza este mismo material para crear un objeto distinto al original, tanto en características como en funciones.
Habitualmente, cuando hablamos de recycling, nos referimos a un proceso industrial gracias al cual, por ejemplo, las botellas de vidrio que enviamos al contenedor verde, se convierten años después en preciosos jarrones de vidrio templado.
Recycling de bicicletas, ¡tan en boga que apenas se encuentran!
Sin embargo, si hay dos objetos representativos del recycling que se han vuelto especialmente populares son los carritos de bebé y las bicicletas construidas con materiales reciclados. La demanda de este tipo de objetos a lo largo de los últimos años ha crecido tanto que, en ocasiones, es hasta complicado encontrarlos, sobre todo en el caso de la bicicletas.
En el ámbito de los carritos de bebé reciclados, lo más habitual es que los encuentres fabricados a partir de materiales plásticos derivados del reciclaje de botellas PET.
Por el contrario, el modelo de bicicleta más famoso y diseñado en torno al recycling ha sido creado por una empresa llamada Green Code. Así y con una estructura formada por un 75% de papel Kraft, un 15% de plástico procedente de botellas recicladas y tan solo un 10% de materiales metálicos, esta bicicleta ha logrado conquistar a los ecologistas amantes del ciclismo.
Beneficios del reciclaje creativo
Separar los residuos en cartón, plástico o vidrio es un primer paso para cuidar el planeta y reducir las emisiones nocivas que generan los vertederos a la atmósfera. Además, al reciclar este tipo de objetos, a su vez, favorecemos una menor producción de los mismos, lo que minimiza también las emisiones de dióxido de carbono liberadas.
Al reciclar evitamos que un alto porcentaje de los productos que utilizamos se conviertan en residuos y, a cambio, les otorgamos una nueva vida para que sigan en circulación ofreciendo otro tipo de utilidades como hemos visto con el ejemplo de los carritos de bebé o las bicicletas.
Para hacernos una idea más exacta y según datos publicados por Ecoembres, procesos como el recycling evitan que 1,67 millones de toneladas de CO2 sean enviadas a la atmósfera y contribuyen a que ahorremos 20,29 millones de metros cúbicos de agua al año.
En línea con esta idea, el reciclaje creativo o procesos como el upcycling nos permiten también reducir sustancialmente nuestro consumo económico, a la par que fomentan que nos encaminemos hacia un sistema más sostenible. Si nos acostumbramos a integrar más a menudo la regla de las 3 R (reciclar, reutilizar y reusar), antes de tirar a la basura un objeto, nos planteamos más veces cómo darle una nueva vida.
El compromiso de Caja Rural
Desde las entidades desarrollan su actividad bajo el compromiso de luchar contra la crisis climática, y para ello realizan labores de divulgación, actividades de reciclaje con los vecinos de sus áreas de influencia y en el día a día de las entidad, y el apoyo a iniciativas sostenibles. Así, del mismo modo que a través del Blog de Ruralvía nos hacemos eco de este tipo de tendencias, cada una de las Cajas Rurales desarrolla sus propias iniciativas para cuidar del medioambiente.
Un ejemplo son las recogidas de residuos organizadas por Cajasiete para limpiar las playas de las islas Canarias. De forma similar, desde Caja Rural Navarra también han desarrollado un programa de reforestación que busca ajustar las emisiones de CO2 emitidas por el ayuntamiento de Lerín. Así, para compensarlo, la iniciativa plantó más de 1.500 plantas arbustivas en colaboración con los centros escolares de la zona.
En definitiva, las entidades de Grupo Caja Rural, como cooperativas de crédito, velan por los intereses de sus áreas de influencia, y mantienen una postura firme en su defensa.