El día de todos los santos es una de las celebraciones más queridas y recordadas por los españoles en la recta final del año. El 1 de noviembre es una fecha clave para casi todas las familias, que se juntan para visitar el cementerio y honrar la memoria de los seres queridos que ya no se encuentran entre ellos.
Los orígenes de este día se remontan al Papa Gregorio VII, que decidió aunar varias tradiciones anteriores en las que se homenajeaba a los mártires cristianos en el lugar donde habían sido sacrificados. Desde Roma, la celebración se extendió a varios países de Europa y, finalmente, a América y a algunas zonas de Asia.
En países como México, Perú o Ecuador es normal llevar ofrendas de comida, ropa y flores a las tumbas. En Alemania o Austria, se pone la mesa como si el difunto fuera a cenar con la familia, o se esconden los cuchillos por toda la casa para evitar que los usen los espíritus impuros. ¿Quieres saber qué tradiciones se practican en nuestro país?
Las tradiciones del día de todos los santos en España
En España, el día de todos los santos es, junto con la Noche de San Juan, un motivo de celebración. Aunque en toda España son comunes algunos elementos, como las misas, cada comunidad autónoma tiene costumbres propias, como la decoración de las casas o las comidas en salud de los difuntos. Estas son algunas de las más famosas:
- Islas Canarias: En las islas Canarias es común que se celebre la fiesta de los Finaos, una cena familiar en la que se cuentan anécdotas y chascarrillos sobre las personas fallecidas cuando estaban en vida. También es normal continuar la fiesta en las calles, con una gran hoguera y música a cargo de bandas locales.
- La influencia celta se deja ver en las tierras gallegas, con una tradición centenaria llamada ‘Samhain’, en la que se decoran las casas con calabazas y se colocan dentro velas para alumbrar las calles. Además, en los pueblos tiene lugar el ‘mangosto’, una celebración en el que se asan castañas alrededor del fuego mientras se cuentan historias.
- País Vasco. Los vascos esperan con ansias el 1 de noviembre para preparar su ‘Gaztañerre Eguna’, una fiesta en la que comen caracoles en salsa, castañas y una salsa de harina con maíz llamada ‘motokil’.
- Los sorianos celebran el día de todos los santos caminando hasta el ‘Monte de las ánimas’ descrito en el conocido relato de Gustavo Adolfo Bécquer. Una vez allí, rememoran esta fantástica leyenda mientras caminan sobre las ascuas o se lanzan farolillos.
- Jaén. En Jaén tienen una costumbre muy divertida, que es la de tapar las cerraduras de las casas con cazuelas de gachas para evitar que los demonios entren en ellas. Después, cuando se han asegurado de que está todo bien, comen tortitas de chocolate hasta la llegada del día.
- En Sevilla, aparte de visitar iglesias como la de San Jerónimo o San Luis de los Franceses, se representa la obra de teatro Don Juan Tenorio, la versión romántica de José Zorrilla del clásico de Tirso de Molina.
- Castilla-La Mancha. En esta comunidad, al igual que en todo el país, es común comprar flores de todos los tipos: margaritas, gladiolos, orquídeas y rosas. Pero también lo es decorar las tumbas de los fallecidos con grandes coronas y celebrar misas de medianoche.
- Cádiz. En esta provincia andaluza pasan este día con la alegría y la diversión que los caracterizan. En la ‘Fiesta de los Tosantos’, las personas y los animales se disfrazan para salir a la calle a celebrar sus grandes desfiles. También se celebran concursos en los mercados y se comen huesos de santo o buñuelos de sidra.
Si algo caracteriza este día es la variedad de recetas que se cocinan en toda España. Entre las comidas y los postres más conocidos tenemos los buñuelos de viento, los exquisitos panellets del levante español, los boniatos asados que tan bien vienen por estas fechas o los dulces caseros que pueblan las mesas de casi todas las casas.
La situación provocada por la pandemia ha obligado a que la celebración del día de todos los santos sea algo diferente este año, pero el espíritu sigue siendo el mismo. Las celebraciones serán más íntimas, pero debemos aprovechar esta jornada para mirar con alegría y optimismo al futuro.
