Nuestro conocimiento culinario ha mejorado mucho desde la llegada de internet. Ahora es tan fácil como realizar una búsqueda en el navegador para averiguar todas las propiedades y los tipos de alimentos que tenemos a nuestra disposición, antes de adquirirlos.
Esto ha influido poderosamente en nuestros hábitos de compra, hasta el punto de que miramos mucho más que el etiquetado contenga propiedades como “biológico”, “ecológico” o “sostenible”. Sin embargo, según un estudio de Unilever, cerca de un 64% de los españoles no sabe distinguir entre estos términos.
Es realmente importante entender la diferencia, porque no tienen el mismos significado. En este artículo aprenderás lo que significa cada palabra y cómo puedes elegir los mejores alimentos para poder ahorrar en la cesta de la compra.
Los tipos de alimentos: ecológicos, biológicos, orgánicos y sostenibles
La próxima vez que vayas a un restaurante, fíjate bien en la denominación de los productos de la carta. Algunos, sobre todo los vegetales, tendrán al lado una etiqueta “ecológica” o “biológica”. Lo mismo sucederá con otros platos, que aparecerán como “sostenibles”. Esta pequeña lista te ayudará a separarlos y decidirte por la comida que más te guste:
- Ecológicos: Son aquellos que han cumplido todo su ciclo de nacimiento y crecimiento sin intervención artificial. Esto significa que la semilla es ecológica, la tierra y el agua no estaban contaminadas y no se ha utilizado ningún pesticida químico. Pueden referirse a las verduras y al estado en el que se encuentra, por ejemplo, la carne de los animales.
- Biológicos: Este término se utiliza cuando el alimento no ha sido modificado genéticamente. Es decir, cuando no se ha tratado en un laboratorio para cambiar su color, o mejorar su volumen o duración.
- Orgánicos: Se definen como orgánicos los alimentos que no han seguido ningún proceso químico a través de compuestos o fertilizantes. Un alimento puede ser orgánico pero no biológico, si se ha cambiado alguna de sus propiedades de forma artificial.
- Sostenibles: Con la etiqueta “sostenible”, se demuestra que los productos han tenido una elaboración que respeta el medio ambiente y también el factor económico.
Es la palabra más amplia, pero un truco para reconocerla es pensar en un cultivo ecológico o en una granja en la que se ha alimentado a los animales solo con piensos naturales. Cada vez es más importante que los alimentos que consumimos hayan sido cultivados en entornos saludables, por pequeños productores que han puesto todo su cariño y sus ganas en el proceso.
Técnicas y recetas para ahorrar según los tipos de alimentos
Una de las técnicas más utilizadas para ahorrar tiempo y dinero es el batch cooking, que consiste en cocinar todos los platos para la semana en un mismo día. Esto te permite tener hechos todos los menús, con tus alimentos eco, bio, orgánicos o sostenibles, y separarlos por franjas del día.
También puedes optar por recetas sencillas y saludables para hacer con tus niños. No solo os ayudará a afianzar el vínculo familiar, sino que puedes aprovechar para enseñarles hábitos que les permitan cuidar del entorno a través de una buena elección de productos completamente frescos.
La comida fría es incluso más rápida, y es ideal para las cenas. Ensaladas, milhojas, brazo de gitano… Pon a prueba tu capacidad creativa e intenta siempre que los alimentos que utilices en la cocina sean de temporada, para que puedas prepararlos en distintas ocasiones según tus preferencias.
