El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático emitido el pasado mes de agosto fue tajante: algunos de los cambios sufridos por el planeta a raíz del calentamiento global son irreversibles. Conclusiones tan rotundas colocaron aún más en el foco a la COP26, la Cumbre del Clima que se celebró el pasado mes de noviembre en Glasgow.
¿Qué es la COP 26?
Las siglas COP26 hacen referencia a Conference Of the Parties, que traducido al castellano quiere decir “conferencia de las partes”. Por su parte, el número 26 sirve para señalar que se trata de la vigésimo sexta edición realizada hasta la fecha.
¿Quién organiza la cumbre del clima?
Organizada por las Naciones Unidas desde el año 1995, previamente a la celebración de lo que hoy conocemos como COP, en 1992, la ONU reunió a los principales países del mundo para advertirles de los efectos que la actividad humana estaba ocasionando en el medioambiente.
Participantes de la cumbre climática
Con el objetivo de comenzar a atajar las advertencias de la comunidad científica, ese mismo año tuvo lugar la primera Convención Marco, un encuentro donde 178 países accedieron a crear la primera Comisión para el Desarrollo Sostenible. Al hilo de este hito, en 1994, comenzaron a diseñarse las primeras medidas para reducir las emisiones Efecto Invernadero. Así y con la finalidad de mejorar las previsiones de calentamiento global y proteger a una capa de ozono cada vez más deteriorada, la mayor parte de los países apoyaron la creación de las cumbres climáticas.
Desde 1995 y hasta la fecha, los países integrantes acuden anualmente a estas cumbres del clima para revisar las previsiones pactadas en los años anteriores y modificar los compromisos de cada uno de los países.
¿Cuáles han sido las COP más importantes hasta la fecha?
A pesar de que hay una larga historia de cumbres climáticas, hay dos cuyos acuerdos destacan sobre el resto: la cumbre en la que se aprobó el protocolo de Kioto y la COP21, en la que salió adelante el famoso Acuerdo de París. Las aportaciones a otras cumbres no son desestimables, como fue el caso del cambio climático y ganadería que surgió durante la COP25.
Cumbres climáticas anteriores: Protocolo de Kioto
El protocolo de Kioto fue ideado en 1997 para frenar las emisiones de dióxido de carbono y otros gases efecto invernadero. El objetivo principal de este acuerdo consistía en reducir, entre el año 2008 y 2012, un 5% las emisiones totales de este tipo de gases.
Como el resultado no fue el esperado, en el año 2013, en un ejercicio de confianza, la ONU amplió el plazo hasta el 2020. Durante este periodo y en las sucesivas cumbres del clima, la ONU subrayó a los 36 países más industrializados la necesidad de reducir un 18% sus emisiones de gases efecto invernadero.
COP21: el acuerdo de París
De forma paralela, en el marco de la COP21 celebrada en 2015, se firmó el Acuerdo de París. Hasta la fecha, esta cumbre sobre el cambio climático se considera la más importante de todas, porque fue la única donde los países acordaron reducir sus emisiones para mantener el calentamiento global a raya.
Para ser exactos, las principales economías del mundo se comprometieron a impedir que la temperatura media del planeta superará los 2º grados centígrados en el largo plazo.
Sin embargo, los últimos informes científicos evidencian que el Acuerdo de París no solo no se está cumpliendo, sino que de seguir con el ritmo de producción y consumo actual, el límite de los 2º grados centígrados se alcanzaría en el año 2040 y no en el 2050 como se estimaba en un inicio. Actualmente, la temperatura media del planeta se sitúa en 1,1ºC respecto a los niveles preindustriales.
Conclusiones de la cumbre del clima 2021 en Glasgow
Inmersos en plena pandemia y con la crisis climática más tangible y evidente que nunca, la reciente COP26 de Glasgow tenía un reto muy complicado por delante: conseguir que los países firmaran medidas concretas dirigidas a cambiar la perspectiva climática que nos rodea.
Como resultado, la cumbre de Glasgow terminó con un nuevo documento donde más de 200 países se comprometieron a “intensificar sus esfuerzos para combatir el cambio climático”.
En el mismo acuerdo, las Naciones Unidas piden a los países firmantes políticas más concretas para frenar las emisiones de gases efecto invernadero. Igualmente, instan a los países ricos a aumentar la financiación destinada a proteger a los países que, por su situación geográfica, son más vulnerables a las consecuencias del calentamiento global.
En mitad de todo este contexto, a lo largo de la COP26 se incidió en la idea de que el tiempo disponible se agota. Tanto es así que, según los científicos allí presentes, de no frenar ahora el calentamiento global, los desastres naturales, las olas de calor extremas o el colapso de los ecosistemas no harán más que aumentar. Por otra parte, la contaminación atmosférica perjudica a la salud de aquellos que viven en ciudades, una inmensa mayoría. Sin embargo, tendremos que esperar hasta la próxima cumbre, la COP27, para ver si las voluntades de los países firmantes han comenzado ya a dar resultados.