La agricultura y la ganadería, actividades fundamentales en la lucha frente al cambio climático

UPA defiende en la Cumbre del Clima COP25 la aportación indiscutible de la agricultura y la ganadería familiar a la lucha contra el cambio climático.
ActualidadSostenibilidad17 diciembre, 201930888 min

Con motivo de la Cumbre del Clima COP25, que se ha celebrando en Madrid la pasada semana, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) organizó varias jornadas para explicar sus proyectos para hacer frente a la emergencia climática.

 

Durante las mismas, UPA defendió la aportación indiscutible de la agricultura y la ganadería familiar a la lucha contra el cambio climático. En un escenario como el actual, con una demanda cada vez mayor de alimentos y un calentamiento global irreversible, los agricultores y los ganaderos se sitúan a la vanguardia de la gestión de los recursos naturales.

 

¿Por qué defienden la sostenibilidad del sector?

Desde UPA sostienen que la agricultura y la ganadería solo producen el 11,6% de las emisiones de gases de efecto invernadero en su tarea de alimentar el mundo y producir materias primas, mientras que los suelos cuidados por agricultores y ganaderos absorben ingentes cantidades de dióxido de carbono generadas por el resto de sectores.

 

Otro de los aspectos que ponen sobre la mesa está relacionado con el modelo productivo. En este sentido, apuestan por sistemas basados en pequeñas y medianas explotaciones, con personas que vivan en los territorios rurales, ya que “son más deseables que los sistemas agroindustriales”.

 

“Que los agricultores y ganaderos estemos participando en la Cumbre del Clima de la ONU, y estemos siendo escuchados, es un hecho histórico de enorme importancia”, señalaron desde UPA.

 

Decálogo de UPA en materia medioambiental

A continuación, recogemos el decálogo que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos elaboró con motivo de la COP25:

  1. La agricultura y ganadería familiar son actividades clave en la gestión sostenible de los recursos naturales y en la producción responsable de alimentos.
  2. Según el inventario de emisiones del Ministerio para la Transición Ecológica, la agricultura y la ganadería suponen el 11,6 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de España, muy por debajo del transporte (26%), la generación de electricidad (20%) o la industria (19%).
  3. Ese 11,6% del total se reparten en 7,6 por ciento la ganadería y 4 por ciento la agricultura y en los últimos 12 años no se ha producido aumento de las mismas.
  4. El conjunto del sector primario tiene una característica especial frente al resto de actividades: nuestros suelos son sumideros de carbono.
  5. Según el inventario de emisiones del Ministerio para la Transición Ecológica, los suelos gestionados por el sector primario almacenan en la actualidad prácticamente la misma cantidad que el total de las emisiones que produce dicho sector.
  6. Queremos ser claramente negativos en términos de balance de emisiones y en las mejoras para reducirlas, queremos sumar una mejor gestión de los suelos para almacenar todavía más carbono.
  7. La ganadería, y en particular el consumo de carne, están siendo el foco de injustos ataques en los últimos meses o incluso años. Una gran parte de la ganadería española y también europea, se gestiona en sistemas extensivos, que además de producir alimentos, supone un freno a los grandes incendios forestales y al despoblamiento.
  8. La existencia de un rebaño de vacas o de ovejas, puede evitar la enorme cantidad de emisiones que supone un incendio forestal. En el incendio de A Gudiña se quemaron 1500 hectáreas en 2017, ese mismo año en Tabazoa en un incendio de características similares sólo se quemaron 100 hectáreas. La diferencia: en A Gudiña no había ganado y en Tabazoa pastaban 400 vacas por el monte. En el primer caso las emisiones de CO2 a la atmósfera se calcula en 61.500 t de CO2, en el segundo caso 4.100 t de CO2. De estos datos podríamos concluir que las 400 vacas consiguieron evitar la emisión a la atmósfera de 57.400 t de CO2. Eso supone la emisión equivalente a 31.888 vacas.
  9. No podemos ser rehenes de modas que supondrán pan para hoy y mucha hambre para mañana. Hay que poner sensatez al debate e introducir perspectiva de futuro. Frente al no consumo, UPA propone un consumo responsable y racional de carne, en el contexto de la Dieta Mediterránea y con un escrupuloso respeto al bienestar animal.
  10. Frente a las proclamas que abogan por que el calentamiento global desaparecería si se deja de comer carne, UPA defiende que en España agravaría las emisiones y por tanto el problema.