¿Qué es el criptoeuro y por qué se habla tanto de ello?

¿Conoces el criptoeuro? La moneda digital del Banco Central Europeo podría estar aquí en 2025, así que te contamos cómo cambiará las formas de pago de los europeos
Actualidad18 mayo, 2021550010 min

El pago digital es una realidad cada vez más común entre los consumidores. Cada vez que entramos en un comercio electrónico o en una tienda online y compramos nuestros productos favoritos, solemos echar mano de una tarjeta de crédito digitalizada para pagar con toda comodidad, facilidad y seguridad. El criptoeuro, una iniciativa del Banco Central Europeo, podría añadir un extra de protección y anonimato a estas transacciones.

 

El criptoeuro es un proyecto que pretende transformar el euro que conocemos en una moneda digital de banco central (CBDC), para convertirlo en dinero que podemos utilizar en pleno siglo XXI. Está basado en la tecnología blockchain, la cadena de bloques que permite operar de individuo a individuo para que estos puedan intercambiar el capital con total confidencialidad.

 

El boom del Bitcoin y otras monedas relacionadas con el blockchain ha llevado al BCE a actuar para comenzar con las pruebas este mismo verano. En este artículo te explicamos cómo será en el futuro y cómo cambiará la forma de comprar o pagar dentro de la Unión Europea.

 

El criptoeuro, una forma de dinero cómoda y segura

La particularidad de monedas como Bitcoin, Ethereum y Dogecoin es que no necesitan intermediarios para cambiar de un monedero digital a otro. Los bancos centrales se han dado cuenta de la competencia que presenta para el dinero regulado y es por ello que han comenzado a experimentar con sus propias monedas virtuales.

 

El criptoeuro está basado en la tecnología EUROChain, un sistema que se dio a conocer en diciembre de 2019 y que emplea las técnicas DLT para crear un nuevo sistema de pagos y masa monetaria que resulta de gran comodidad para los ciudadanos. Estas son las características que presenta este tipo de dinero para los europeos:

  1. Es una solución digital para el cumplimiento de AML y CFT. Estas normativas están diseñadas para evitar el blanqueamiento de dinero y la financiación ilegal del terrorismo; manteniendo oculta la identidad del usuario y el historial de transacciones del banco central o de terceros .
  2. Presenta límites para las transacciones anónimas. La automatización de las operaciones permite establecer una serie de límites para que los intercambios de dinero no excedan lo establecido por la ley.
  3. Establece un sistema de cupones de anonimato. Esto tiene la gran ventaja de que permite a los usuarios transferir una cierta cantidad de fondos en CBDC de forma anónima durante un período de tiempo determinado.

En una sociedad europea acostumbrada al dinero digital en las compras online, la llegada de este euro virtual podría servir para reducir los riesgos de insolvencia en las entidades y abaratar los costes de uso para los consumidores. De esta forma, las operaciones contarían con una capa extra de seguridad y protección que apoyaría las relaciones de confianza entre los ciudadanos y los bancos.

El euro digital acaba de empezar su tramitación para ser aprobado por el Parlamento Europeo en el año 2025. Se une de esta forma al yen digital, que ya ha comenzado a su época de pruebas, y al futuro yuan digital, que ya ha empezado a implantarse en varias ciudades pequeñas de este país asiático. Solo queda por saber qué camino seguirá la divisa y qué dificultades se encontrará hasta convertirse en una realidad en nuestras vidas.

 

El futuro del criptoeuro: ¿una realidad próxima?

El pasado 10 de marzo se celebró el Foro Ecofin, un encuentro económico en el que los “titanes de las finanzas” estuvieron debatiendo sobre la futura implantación del euro digital en la sociedad. En términos generales, se mostraban positivos con la elección de la tecnología blockchain en las pruebas del BCE, pero entendían que primero debería probarse su eficacia “en entornos multilaterales, donde la confianza entre las partes no es total: avales, contratos, garantías…”.

Una contrapartida estaría en la dificultad para identificar el origen de una criptomoneda, lo que podría permitir que se desviaran los fondos desde los consumidores finales hacia otros destinos difíciles de identificar para los organismos europeos. Pese a que la protección frente a los ciberdelitos está garantizada, algunos usuarios pueden aprovechar este anonimato para fines fraudulentos o lucrativos sin consentimiento de la organización reguladora.

La inversión en criptomonedas, un riesgo para los usuarios

El Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lanzaron en febrero un comunicado conjunto en el que advertían a los usuarios del riesgo que comportaban las monedas como el Bitcoin para su bolsillo.

 

Por un lado aceptan las posibilidades que tienen en la modernización del sistema financiero, pero también ponen de relieve que las criptomonedas no se consideran medio de pago, no están respaldadas por los bancos y no están protegidas por los mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos.

 

Los organismos nacionales también ponen de manifiesto que los precios son demasiado volátiles, no tienen una liquidez adecuada para los consumidores, cuentan con problemas transfronterizos y están expuestos a robos, estafas o pérdidas. En resumen, es mejor esperar a que nazca el criptoeuro para contar con un mecanismo seguro y cómodo que nos permita pagar en internet sin dificultades.

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