¿Qué consideramos un terreno rústico?
Cada vez son más las personas que se compran una finca en un entorno natural, con la intención de construir una segunda residencia o una pequeña vivienda para disfrutar de los periodos vacacionales. Pero antes de realizar esta operación, es recomendable saber que los suelos están sujetos a una clasificación urbanística donde podemos diferenciar tres categorías:
- Urbano
- Urbanizable
- No urbanizable (también conocido como rústico o rural)
Características de los terrenos rústicos
Los terrenos rústicos presentan una serie de características especiales y su catalogación como “no urbanizable” supone que, como norma general, no se puede construir viviendas o infraestructuras en ellos. Sin embargo, como en toda regla, existen algunas excepciones. En algunos casos se permitirá edificar, siempre y cuando se trate de construcciones ligadas al suelo (como las explotaciones agrícolas) y su tamaño sea reducido en comparación con la extensión total de la finca.
Otra característica de este tipo de suelos es que no suelen contar con redes de abastecimiento: suministro de electricidad, agua, gas, etc. Además, conviene destacar que esos terrenos pueden ser no urbanizables o no urbanizables protegidos. En el primer caso será posible levantar una construcción destinada a la explotación del terreno, mientras que en el segundo se prohíbe expresamente cualquier trabajo de urbanización.
Suelo urbano vs suelo rural
El suelo rural o rústico se compone de una extensión de terreno no urbanizable. Suele estar ligado a actividades como la explotación agraria, pecuaria o forestal. Este tipo de parcelas no cuentan con los servicios mínimos de suministros, redes primarias de energía, acueducto y alcantarillado. Precisamente, este es uno de los motivos por los que no se consideran aptas para construir viviendas.
Por su parte, el suelo urbano es todo aquel que está incluido en el plan urbanístico de un municipio y que cuenta con todos los servicios urbanos recomendables para la edificación. Además, dos terceras partes de estos terrenos deberán estar incluidas en zonas urbanas.
Evidentemente, la diferenciación va mucho más allá de si el terreno se encuentra localizado en el campo o en una localidad concreta. La mejor forma de conocer la categoría del suelo será consultar el Plan General de Ordenación Urbana y la normativa vigente en cada comunidad autónoma.
¿Cómo se determina que un suelo sea urbanizable?
Hablamos de los terrenos que se consideran adecuados para construir en el futuro, pero que no son urbanos en la actualidad. Es decir, son aptos para la construcción, aunque por el momento no cuentan con los servicios mínimos de abastecimiento, transporte y/o vías de comunicación. Sin embargo, no todos los terrenos son urbanizables, para adquirir esa consideración será necesario que cuente con una ventaja comparativa, que disponga de cierto potencial.
Entonces, ¿Qué puedo construir en un terreno rústico?
Solo se podrán llevar a cabo las obras que estén previstas en el Plan general y que la ordenación urbanística pertinente apruebe. Para evitar problemas o decepciones, antes de comprar un terreno rural o rústico siempre es recomendable consultar la normativa vigente para determinar si será posible o no edificar y qué tipo de construcción se podrá llevar a cabo.
Los planes urbanísticos son los encargados de establecer las limitaciones, condiciones y características de las construcciones que se pueden realizar en suelo rústico. Habrá que tener en cuenta la legislación y normativa de cada territorio, pero en líneas generales podemos tener en cuenta los siguientes tipos de construcción:
Vivienda
Una excepción bastante extendida entre las comunidades autónomas es la que posibilita construir una vivienda cuando la residencia del propietario esté lejos de la finca. Sin embargo, será condición indispensable que el uso de la construcción sea imprescindible para el mantenimiento de la actividad principal que se desarrolla en la finca: explotación agrícola, ganadera, forestal, etc.
Actividades agrícolas o ganaderas
Se podrán ejecutar las obras necesarias para desarrollar la actividad en la parcela establecida. En estos casos, la ley contempla la posibilidad de construir una vivienda para las personas que van a desarrollar la explotación de ese suelo.
Rehabilitar construcciones previas
Muchos de estos terrenos cuentan con algún tipo de edificación antigua, en estos casos será posible realizar obras de reforma, reparación y mantenimiento. Se podrá utilizar como vivienda o para el desarrollo de actividades relacionadas con la naturaleza o el entorno rural. Aunque eso sí, no se podrá modificar su estructura, ni ampliar ni levantar en altura la construcción original.
Otras construcciones
En muchas ocasiones se podrán crear instalaciones deportivas, culturales, educativas, etc. Otro uso bastante extendido entre los diferentes territorios está relacionado con la instalación de fuentes de energía renovables o sistemas de telecomunicaciones.
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