A un día para que finalice el año ha llegado el momento de hacer balance. Qué nos propusimos y hemos cumplido, qué cosas tenemos aún por hacer… Como es probable que ahorrar o gestionar mejor tu dinero esté entre tus planes, vamos a ayudarte con la elaboración de tus propósitos financieros.
Para que logremos cumplir nuestros propósitos es necesario que, como si de objetivos se tratasen, deben ser realistas, realizables, alcanzables y motivadores. De nada serviría, por ejemplo, que te propusieras ahorrar 200 euros todos los meses si después de pagas tus gastos fijos mensuales, te quedasen 250. ¿Podrías vivir con 50 euros al mes? Mucho nos tememos que no.
Asimismo, también es importante que sean motivadores. Si, poco a poco, vas viendo cómo los logras, te animarás a ponerte metas más exigentes. Cuando experimentes en tus propias carnes la satisfacción que genera ir cumpliendo tus objetivos, ¡no podrás parar!
Cómo hacer una lista de propósitos financieros
Ahorrar no es fácil, pero si uno se lo propone y está dispuesto a renunciar a ciertas cosas, no es imposible. Porque, no nos engañemos, esto no va de hacer un súper sacrificio y dejar de tener vida, pero sí hay que evitar gastos innecesarios y, sobre todo, aprender a priorizar.
- Analiza tu capacidad financiera. Puedes hacerlo de forma mensual o trimestral. Estima ingresos y calcula gastos para saber con cuánto dinero dispones. Así, será más sencillo cuantificar tus objetivos de ahorro.
- ¿Tienes deudas? Estudia todas ellas y decide cómo ir reduciéndolas hasta conseguir que desaparezcan. Puedes hacerlo a través dos métodos: Bola de Nieve o Avalancha. El primero de ellos consiste en organizar tus deudas de la cantidad más pequeña a la más grande. Cada mes, tendrás que destinar una cantidad de la ahorrada a pagar la deuda más pequeña. Con el paso del tiempo, irás reduciendo tu lista de deudas. Con la avalancha, tendrás que organizar tus deudas según la tasa de interés a pagar. Con tus ahorros irás pagando una cuota mayor de la deuda más elevada y así, hasta pagarlas todas.
- Define cuánto dinero vas a intentar ahorrar cada mes y propón un método sencillo para conseguirlo. El reto de las 52 semanas, los porcentajes de Harv Eker, los seis sobres… En la sección Ahorro de nuestro blog, encontrarás estos y otros muchos más explicados con todo detalle.
- Decide para qué quieres ahorrar, con objetivos diferentes y específicos. Es un buen momento para incluir, en estos propósitos, el crear tu fondo de emergencia o ese colchón de ahorros para tirar de él cuando la situación lo requiera. Ten en cuenta que la cantidad del mismo dependerá de tu situación personal, pero los expertos recomiendan un fondo de emergencia que cubra entre tres y seis meses de gastos.
- Implica a tu familia en tu lista de propósitos: cuéntales qué quieres conseguir y cuáles serían las ventajas para ellos. Si todos remáis en la misma dirección, os motivaréis unos a otros y lograrlo será mucho más fácil.
- Prepara un plan de choque específico contra los gastos hormiga. Ya sabes que los gastos hormiga son esos pequeños gastos que no se tienen en cuenta en nuestro día a día, pero que, cuando echamos cuentas a fin de año, suponen un desembolso interesante.
- Organiza actividades lúdicas gratuitas en tu ciudad: museos, bibliotecas, free tours… Proponerse ahorrar no significa renunciar a todo y tener que quedarte en casa. La vida está para disfrutarla, pero es cierto que hay muchas maneras de hacerlo. Si los museos tienen un día de acceso gratuito, aprovéchalo; vete al cine el día del espectador o cuando haya alguna promoción; y si vas a hacer turismo, contrata un free tour. La ruta guiada no tiene ningún coste, pero al finalizar, le darás lo que creas que merece.
- Incluye regalos no materiales o hechos a mano para los eventos familiares y de amigos. El Do It Yourself (DIY) está de moda y, además, si se te dan bien las manualidades, la persona que lo reciba lo apreciará mucho más que si lo hubieras comprado. No olvides que todo lo que hagas tú mismo tiene un valor sentimental mayor.
- Cuando ya tengas cierta cantidad ahorrada, valora la posibilidad de invertir en algún producto financiero adecuado a tus características. Lo primero que tienes que hacer es definir tu perfil inversor: conservador, moderado o arriesgado, y para ello, puedes utilizar la guía que pone Gescooperativo a tu disposición.
- Haz un seguimiento periódico, mensual o semanal, de la evolución de tus gastos e ingresos, y compáralos con el año anterior para ver si funcionan tus métodos y motivarte más aún con los resultados positivos.