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La adicción a las pantallas en los niños es algo cada vez más frecuente. Debido a que las nuevas generaciones nacen con la tecnología prácticamente bajo el brazo, a muchos progenitores les resulta complicado alejar a sus hijos de las pantallas todo lo que les gustaría.
Las pantallas y los niños
La exposición temprana a las pantallas y los dispositivos electrónicos puede comprometer el desarrollo temprano del cerebro de los más pequeños. Así, la Asociación Americana de Pediatría recomienda evitar los dispositivos electrónicos como tablets, móviles, ordenadores o televisores antes de los dos años. En esta línea, subrayan que lo idóneo es que los más pequeños no tengan ningún contacto con la tecnología, por lo menos, hasta los 6 años.
Este grupo de pediatras asegura que el uso de pantallas en niños inhibe la creatividad y genera una baja tolerancia al aburrimiento. El excesivo número de estímulos que perciben de las pantallas hace que, después, vean con menor interés el mundo que les rodea.
Tiempo de uso recomendado de pantallas en niños
Según la OMS, el tiempo de uso recomendado para los niños debe variar en función de la edad de los infantes:
- Niños menores de dos años: el uso de pantallas está desaconsejado.
- Niños de entre 2 y 5 años: nunca más de 30 minutos al día.
- Niños de entre 5 y 12 años: no más de 60 minutos seguidos.
- Niños mayores de 12 años: dos horas diarias como máximo.
Uso y adicción a los dispositivos electrónicos desde edades tempranas
En esta línea, un estudio publicado en el año 2019 por la Universidad de Calgary (Canadá) concluyó que el uso de pantallas en niños menores de dos años compromete su desarrollo de los tres a los cinco años. Así, y tras observar a lo largo de una década a un total de 2.400 niños desde su nacimiento, la investigación comprobó que, a mayor exposición de pantallas en menores de dos años, peor era el desempeño cognitivo de estos niños al realizarles un test de desarrollo que evalúa comunicación, habilidades motoras, resolución de problemas y habilidades sociales.
Efectos negativos asociados al excesivo uso de las pantallas
Además de las limitaciones en la creatividad, los efectos negativos asociados el uso inadecuado de pantallas podrían resumirse en los siguientes puntos:
- Fomentan el sedentarismo: Los niños prefieren pasar más tiempo frente a las pantallas que jugando en la calle.
- Alteran las rutinas del sueño y la agudeza visual.
- En algunos casos, puede provocar problemas de déficit de atención y autocontrol.
- Dificultan una correcta adquisición del lenguaje y comprensión lectora.
- Fomentan intolerancia al aburrimiento.
- Se reducen las oportunidades para mejorar las habilidades motoras, de comunicación o sociales.
Los riesgos de las redes sociales para niños y adolescentes
El contexto tecnológico en el que estamos inmersos nos obliga a diferenciar entre limitar la exposición a pantallas y el uso de internet por parte de los niños. Al no tratarse de la misma actividad, las consecuencias tampoco son las mismas.
Uno de los primeros puntos a tener en cuenta a la hora de hablar del uso infantil de internet es que este debe de contabilizarse dentro del cómputo total del tiempo de exposición recomendado. Es decir, si el niño tiene 12 años, el uso de internet no debe superar el máximo de dos horas de pantalla recomendado por la OMS para esta franja de edad.
Según la Encuesta EU Kids Online, el 40% de los adolescentes de entre 11 y 16 años reconocía no saber utilizar internet de forma segura y solamente el 16% sostenía navegar bajo un sistema de filtrado o control parental impuesto por sus padres. El mismo sondeo mostraba que el 60% de los adolescentes sabían que sus padres tenían carencias digitales.
¿Cómo proteger a los niños de las redes sociales?
Si queremos garantizar que internet sea un contexto seguro para los niños y adolescentes, es importante conocer los entresijos de las webs y redes sociales que visitan. Tener competencias digitales es básico para entender y vigilar el contenido que despierta interés en los niños. Así, esto permitirá a los padres enseñar a sus hijos el uso que pueden hacer de la red y los riesgos que acarrea la misma.
¿Cómo influyen las redes sociales en la salud mental de los más pequeños?
Por último, respecto a los peligros de las redes sociales para niños y adolescentes conviene destacar la evidencia científica que vincula el uso de estas plataformas con problemas de salud mental en adolescentes. De hecho, plataformas como TikTok no permiten que los menores de 13 años se creen un perfil. Aun así, en el momento en el que lo tengan con 14 o 15 años, este deber ser vigilado de cerca por sus progenitores.
Y es que, aunque para los adultos la tecnología es una herramienta que nos ha facilitado trámites del día a día como consultar la banca online o pedir cita en el centro de salud, los niños la conciben desde otra perspectiva muy distinta. De ahí que sea tan importante calibrar los límites de acceso y la exposición a la misma desde que son pequeños.