Los agricultores y ganaderos de nuestro país viven una complicada situación económica desde hace varios meses. A las crisis anteriores, derivadas del escaso margen de beneficio que les queda como productores, ahora hay que sumar la fotografía que les devuelve la escasez de materias primas.
El aumento del precio de piensos y forrajes deja a muchos trabajadores del campo en una situación de pérdidas, un contexto económico que, en la mayor parte de los casos, no se solventará con el cobro de ayudas como la PAC. Los ganaderos llevan meses demandando soluciones directas que pongan fin a la precariedad que atraviesa el sector primario.
Relación entre la crisis del sector primario y la subida de los precios
Si la situación de la ganadería no era fácil a finales de 2021, cuando el sector aún pagaba las consecuencias de la crisis logística iniciada durante la pandemia, la entrada del 2022 no ha sido esperanzadora ni mucho menos.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania agravó el encarecimiento de la energía y la escasez de materias primas como el maíz, dos variables que dieron en el talón de Aquiles del sector ganadero: la alimentación de sus animales y el mantenimiento de sus instalaciones.
⮞ Encarecimiento energía
El conflicto en Europa del este ha encarecido todavía más el precio de la energía, situando la factura del pasado mes de marzo como la más cara de la historia desde que utilizamos la electricidad. Tanto es así que organismos como Facua sostienen que los precios de la factura de la luz se han duplicado del 2021 al 2022.
⮞ Huelga transporte
Como consecuencia del encarecimiento del precio de los carburantes (también provocado por el conflicto ruso-ucranio), un elevado porcentaje de los transportistas decidieron parar el pasado mes de marzo. La huelga de transportes no solo derivó en una escasez de materias primas que afectó a la industria manufacturera o agroalimentaria, entre otras, también salpicó al sector primario de forma bidireccional.
Por un lado, la huelga de transportes tuvo las siguientes consecuencias para los ganaderos:
- No recibieron los piensos y forrajes necesarios para alimentar a sus animales.
- La ausencia de transportistas afectó negativamente a la distribución de sus productos al no haber reparto, se perdieron toneladas de leche, carne o huevos, con las pérdidas económicas que ello supuso para los trabajadores del campo.
⮞ Subida de precios de las materias primas
La entrada de Ucrania en guerra ha sido un duro revés para la ganadería española, entre otras cosas, porque el 41% del maíz importado por nuestro país procede de allí. Como consecuencia de esta situación, los productores de piensos y forrajes se han visto en problemas para volver a encontrar importadores de maíz para elaborar el alimento para las cabezas de ganado.
Así, a esta realidad de falta de oferta, hay que sumarle también el incremento de los precios. De nuevo, otro factor más que dificulta la rentabilidad de la ganadería.
En un contexto de escasez de materias primas y en el que estas cada vez son más caras, los márgenes se acortan hasta el punto de, en muchas ocasiones, no cubrir los costes de producción de la leche, la carne o los huevos.
Soluciones que proponen los ganaderos para hacer frente a esta crisis de la ganadería
Ante una situación como la descrita en los párrafos anteriores, los ganaderos que acudieron a las manifestaciones concurridas el pasado mes de marzo demandaban principalmente la ejecución de las siguientes soluciones:
- Cumplimiento eficaz de la Ley de Cadena Alimentaria: A la espera de que el senado ratifique la Ley de la Cadena Alimentaria, los ganaderos solicitan al Ejecutivo que vigile que se cumple el Real decreto de la propia norma. De cumplirse este punto, esto se traduciría en que ningún eslabón de la cadena agroalimentaria pueda cobrar por debajo de sus costes de producción
- Fin de la especulación con productos como los fertilizantes: Desde el 2019, el precio de los fertilizantes ha ido en aumento hasta el punto de situarse en 800 euros la tonelada en algunos casos, cuando hace dos años pagaban 150 euros por la misma cantidad. Este es otro de los factores que amenaza el equilibrio económico de los ganaderos.
- Rechazar la importación de materias primas de terceros países que no cumplen la normativa de bienestar animal y medioambiente de la UE.
¿Cómo apoyan las entidades de Grupo Caja Rural al sector ganadero?
Conscientes de que la ganadería y la agricultura son actividades importantísimas para nuestra economía y también para el mantenimiento de la dieta mediterránea que caracteriza el estilo de vida de países como España, es importante cuidar de quienes diariamente trabajan por sacarla adelante.
Por ello, además de ofrecer ayuda a ganaderos y agricultores en la tramitación de la PAC, desde las entidades de Grupo Caja Rural ofrecemos varias líneas de financiación diseñadas para los autónomos y de las que pueden beneficiarse los trabajadores del campo.
Igualmente, y pensando en los riesgos e imprevistos asociados a la ganadería o la agricultura, ponemos a disposición de todos nuestros clientes actuales y futuros un abanico de seguros que les protegen ante situaciones meteorológicas extremas o pérdida de cabezas de ganado ante ataques de animales salvajes, entre otras situaciones.
Divulgar, apoyar y financiar iniciativas agropecuarias promueve, además, la fijación de población en las zonas rurales, uno de los compromisos de Europa en su estrategia contra la despoblación y la sostenibilidad de cara al año 2050.