Han pasado algo más de dos años y medio desde que Reino Unido anunciara su salida de la Unión Europea y, a día de hoy, todavía no hay acuerdo sobre el Brexit. Sin embargo, las consecuencias para la economía española no se han hecho esperar, sobre todo en lo que a exportaciones se refiere.
En principio, el próximo 29 de marzo es la fecha en la que Reino Unido romperá, formalmente, más de cuatro décadas de relación con sus socios europeos. Sin embargo, ante la falta de acuerdo entre el Gobierno de Theresa May y el Parlamento británico, las opciones son: formalizar la salida sin acuerdo, solicitar a los otros 27 miembros de la UE una ampliación del plazo o cancelar unilateralmente su salida. Algo, esto último, avalado por el Tribunal de Justicia Europeo.
Mientras los británicos se deciden, vamos a analizar cómo afectará el Brexit a las exportaciones desde España -en caso de formalizarse la salida de Reino Unido de la UE-, teniendo en cuenta que nuestros vecinos del norte son un destino preferente para las exportaciones de nuestras empresas, tanto por comodidad como por cercanía.
Reino Unido, país tercero
Si Reino Unido abandonase la Unión Europea pasaría a ser un país tercero dentro del comercio internacional, afectando a las exportaciones e importaciones. Por ejemplo, para una pyme no es lo mismo exportar a un país europeo que a un tercero, como China, ya que requiere formularios específicos, otras normativas y regulaciones… Un papeleo al que las pequeñas y medianas empresas no están acostumbradas y que complicaría su capacidad exportadora.
Operaciones más caras
Otra de las consecuencias a tener en cuenta es el encarecimiento de las exportaciones debido a los aranceles. Si reaparecen las tasas arancelarias es previsible que los servicios de transporte de mercancías encarezcan sus precios. Si el coste de la exportación es más elevado, también lo será el de los propios productos, lo que puede repercutir en un descenso en el consumo por parte de los británicos.
El sector vinícola español, preocupado
Según datos del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), las empresas que exportan bienes a la economía británica representan alrededor del 7 por ciento del número total de exportadores. Reino Unido es el quinto destino de las exportaciones españolas de alimentos y bebidas, y uno de los sectores que más teme las consecuencias del Brexit sobre las exportaciones vitivinícolas.
El sector tiene sus motivos. Y es que el mercado británico es el primer destino del vino envasado, en volumen y en valor. Aun con el Brexit sin formalizarse, el Banco de España ya constató una caída de las exportaciones españolas a Reino Unido, tras el anuncio en junio de 2016. En concreto, para el sector vitivinícola ha supuesto en 2017 un descenso del 5,8 por ciento en volumen y del 4,6 por ciento en valor, con respecto a 2016.
Hay que tener en cuenta, también, que el Brexit llevará aparejada una depreciación de la libra, ya que cambiará su cotización con respecto al euro. Por ello, consumir vino español en Reino Unido será más caro todavía.
En realidad, no se tiene una estimación concreta del impacto real del Brexit en las economías europeas, ni en las exportaciones e importaciones. Por el momento, más allá de las hipótesis, la incertidumbre generada ya está provocando la ralentización en las operaciones de comercio internacional.