Aprende a preparar la sucesión de un negocio familiar

El éxito de la sucesión de un negocio familiar pasa por planificar bien el relevo generacional. Para ello, es necesario elaborar un Protocolo Familiar. ¿Sabes en qué consiste este documento?
Empresas9 diciembre, 201943638 min

Solo el 33% de las empresas familiares consiguen transmitirse a la siguiente generación. ¿Los motivos? Uno de los más dañinos, que podría solucionarse, es la falta de planificación del relevo generacional. Aprender a preparar la sucesión de un negocio familiar pasa por elaborar un Protocolo Familiar. ¿Sabes lo qué es y cómo asegurar su cumplimiento? Si te interesa, ¡sigue leyendo!

 

Muchas empresas familiares, con independencia de su tamaño, fracasan por la falta de entendimiento entre sus socios que, además, son miembros de la familia. Para evitar que una discusión familiar se lleve por delante la empresa, es conveniente contar con algún tipo de documento que regule las relaciones familia-empresa. Éste es el Protocolo Familiar. Se trata de un acuerdo de naturaleza jurídica donde se establecen unas normas que faciliten la convivencia presente y futura.

 

Cómo realizar la sucesión de un negocio familiar

Este protocolo puede ser el primer paso para preparar la sucesión de un negocio familiar. Además, es un paso más en la profesionalización de la compañía. Es importante saber que este acuerdo debe resultar del consenso entre todas las partes. No puede imponerse, ni debe alcanzarse por votación. Y esto es precisamente lo que garantizará la armonía empresarial.

 

La primera referencia al Protocolo Familiar la encontramos en el Real Decreto 171/2007, de 9 de febrero por el que se regula la publicidad de los protocolos familiares. En él, se define como: “aquel conjunto de pactos suscritos por los socios entre sí o con terceros con los que guardan vínculos familiares que afectan una sociedad no cotizada, en la que tengan un interés común en orden a lograr un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones para regular las relaciones entre familia, propiedad y empresa que afectan a la entidad”.

 

Contenido del Protocolo Familiar

Al hablar de este protocolo, que más que un documento es un proceso, no es fácil determinar contenidos estándar. Cada empresa familiar es única, con sus características y peculiaridades, por lo que estas normas deben adaptarse a su propia naturaleza. Es decir, cada protocolo tiene su propia estructura y contenido.

 

En términos generales, sí que podemos decir que deberá establecer aquellas normas que regulen políticas sociales y familiares, políticas de empresa, toma de decisiones… Un aspecto fundamental que debe contemplar el Protocolo Familiar es la regulación de los órganos de gobierno de la compañía y su composición. También, se establecerán los órganos societarios comunes, en base a la legislación vigente.

 

Otros contenidos que debe reflejar el Protocolo Familiar son:

  • Normas relacionadas con el ámbito financiero y contable de la compañía.
  • Cómo y cuándo se realizará el relevo generacional.
  • Cuáles son los derechos de salida individual.
  • Políticas de remuneración y dividendos.
  • Políticas de responsabilidad social.

 

A la hora de su redacción es aconsejable utilizar un lenguaje sencillo para evitar confusiones sobre las normas que regula. No olvides que todos los miembros de la familia deben sentirse cómodos con el documento y estar dispuestos a respetarlo, principalmente, por el bien común: la empresa.

 

Si se aplica de forma adecuada en una compañía, el Protocolo Familiar plantea una forma de trabajar, gestionar, organizar… la empresa en la que toda la familia está de acuerdo. Por ello es vital que parta del absoluto consenso entre todos sus miembros.

 

Por otro lado, también es importante tener en cuenta que se trata de un documento vivo, ágil y dinámico. Se debe ser flexible para adaptarlo a los momentos y necesidades cambiantes de la empresa. Y, además, debe revisarse de forma periódica para garantizar su eficacia.

 

A la vista de los datos, solo 13 de cada 100 empresas consigue llegar a la tercera generación, el Protocolo Familiar cobra especial importancia. Si tienes una empresa familiar y no disponéis de un documento de estas características, te aconsejamos que valores la posibilidad de hacerlo, pues te ayudará a solventar las desavenencias que pudierais tener entre los miembros.

 

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