Una vez más, los movimientos más relevantes de mercado vienen marcados por las actuaciones de los Bancos Centrales, para hacer frente a los elevados datos de inflación.
La inflación sorprendió negativamente, tanto en Europa, ya que en agosto ascendió a una cifra record del 9,1%, como en EEUU, donde la inflación bajó al 8,3%, pero la subyacente se sitúo en 6,3%, muy por encima de lo esperado por el mercado. Parece que la contención de la inflación no va a resultar tan rápida como se esperaba y tanto la Fed como el BCE, avanzan en sus mensajes una actuación más agresiva en su política monetaria, decididos a combatir la inflación, incluso a costa de una posible desaceleración de la actividad económica. Esto provocó reacciones adversas en los mercados, por el miedo a fuertes subidas en los tipos de interés, y las menores expectativas a un aterrizaje suave de la economía.
Más que subidas de tipos para calmar la inflación
Además de las medidas de subida de tipos utilizadas por los Bancos Centrales, EEUU ha sumado a su plan para reducir la inflación, una ayuda de 370 Billion $. En el reparto de ese presupuesto se encuentran ayudas a la fabricación de vehículos eléctricos, recortes en precios de medicamentos, beneficios fiscales para empresas y medidas proteccionistas en el sector de chips fomentando, además, su fabricación para eliminar paulatinamente los cuellos de botella.
En Europa, como medida paralela a la subida de tipos de interés, se trata de controlar uno de los principales problemas causantes de inflación, la energía. Ante la actual situación energética, el mercado descuenta una posible intervención de emergencia, que limitaría el precio de las energías renovables, nucleares e hidroeléctricas. Además, ante la falta de gas, se está trabajando en un plan de almacenamiento, que permita afrontar de manera más eficiente el invierno. Como resultado de este trabajo, Europa se encuentra ahora con unas reservas del 80% de gas, y, Alemania fija un objetivo de 95% para noviembre, a lo que si se le añade un ahorro en el consumo de gas del 3% – 4%, permitiría afrontar el invierno con cierta tranquilidad.
¿Es tan negativa la situación actual?
Como es habitual, en el mercado hay signos contrapuestos, por un lado hay un pesimismo por la necesidad de controlar la inflación a toda costa, y las consecuencias que esto podría tener en la economía. Pero por otro lado, hay datos que también invitan al optimismo, y que ayudan a pensar que la recesión será más suave de lo que actualmente estima el consenso de mercado. Por lo tanto, conviene analizar con detenimiento algunas cifras, y entender la tendencia de los distintos indicadores. De esta forma, podremos obtener una visión objetiva de la situación que estamos viviendo.
En Estados Unidos, los últimos datos de ISM (Institute for Supply Management) arrojaron cierto optimismo. El ISM Manufacturero, mostraba un 56,7 y el de Servicios 52,8. Como sabemos, por encima de 50, estos datos reflejan crecimiento, así que habría razones para ser optimistas. También el último dato publicado en la encuesta de confianza del consumidor refleja cierto optimismo, al mostrar un nivel por encima de 100. Además, el mercado laboral en Estados Unidos está viviendo una situación de pleno empleo, con una tasa de desempleo en el 3,6%, cerca de un mínimo histórico. Con lo cual, podría afrontarse un cierto parón en la economía, sin que ello suponga un problema en los niveles de empleo.
En el caso de Europa, los datos de PMI de servicios y manufactureros resultaron estar muy próximos a niveles de crecimiento. Las ventas minoristas presentaban cifras de crecimiento económico en Europa, destacando ejemplos como el de España con un 13,7% respecto a julio de 2019. Los indicadores de sentimiento económico, tanto de empresarios como de otros actores de la economía, aunque no fueron optimistas, no han registrado caídas tan importantes como para dejar de ser positivos con el crecimiento a final de año.
No podemos olvidar, que la economía del viejo continente, no es tan sólida como la americana, ya que además, Europa se está viendo más afectada por las consecuencias del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
La importancia de estar siempre invertido
Podemos encontrar razones para confiar en una posible recuperación del mercado, pero, saber cuándo será el momento es completamente impredecible. A nivel empresarial, el 75% de las compañías en Estados Unidos ha presentado unos resultados mejores de lo esperado por el mercado, y en el caso de Europa, el 52% de la compañías que componen el índice Stoxx600.
Estas compañías están consiguiendo trasladar el aumento de precios a sus clientes, consiguiendo así no deteriorar sus márgenes y, como resultado, las guías que dan para los próximos trimestres, son positivas en términos generales. De manera diversificada y con un horizonte de largo plazo, es bueno estar invertido, ya que, esperar al momento óptimo para para entrar en el mercado, nos hará perder las oportunidades que ofrecen los momentos de mayor pesimismo.