Las medidas de confinamiento adoptadas por los países para evitar el colapso sanitario están surtiendo efecto y los últimos datos apuntan a un aplanamiento de las curvas de contagios en Europa (aunque a un ritmo inferior a China). Austria y Dinamarca, comienzan la “desescalada” y prevén levantar pronto el bloqueo mientras que, en los países en los que las medidas de confinamiento se han tomado más tarde, como Reino Unido o EEUU, la curva de contagios continúa ascendiendo. El foco en los próximos días, se centrará en el desarrollo del virus en EEUU, por sus consecuencias en la economía mundial.
Sin duda la caída en la actividad económica será profunda y su duración dependerá de lo que este parón se prolongue en el tiempo. En estos momentos existe mucha incertidumbre y es difícil hacer previsiones. A nivel macroeconómico, nos espera la primera contracción de la actividad global desde la crisis financiera de 2008, lo que llevará a la mayoría de las economías a entrar en recesión, pero no olvidemos que este parón será temporal y que las medidas tomadas por los Estados y los bancos centrales contribuirán a la recuperación.
Medidas de Bancos Centrales y Gobiernos
Hemos visto en las últimas semanas como los bancos centrales y gobiernos han puesto en marcha un paquete de estímulos sin precedentes en cuanto al tamaño y velocidad de implementación de los mismos, con el fin de inyectar liquidez y proporcionar acceso a financiación a aquellas empresas y ciudadanos más afectados por la crisis sanitaria.
La política monetaria de los Bancos Centrales se ha focalizado en dar liquidez a los mercados y evitar que en Europa se vuelvan a disparar las primas de riesgo y, a estabilizar la deuda de alta calidad crediticia. En cuanto a la política fiscal, aunque las medidas varían en función de los países, los objetivos que persiguen los Gobiernos son los mismos: implementar medidas para evitar impagos (diferimiento de impuestos, ayuda al desempleo….), ayudas para financiar la crisis sanitaria y estímulos para fomentar la demanda doméstica (ayudas directas a empresas y personas).
En Europa, se ha llegado a un acuerdo en la reunión del Eurogrupo, tras arduas discusiones entre los países del sur pro-eurobonos (mutualizar la deuda, y emitir un bono con las mismas condiciones para todos los países miembros para financiar a los Estados) y los países del norte pro-rescate condicionado a reformas económicas.
A diferencia del 2008, los bancos en general tienen una estructura mucho más fuerte, con niveles de solvencia altos y balances más saneados y están siendo un pilar básico para la ayuda a pymes y autónomos más perjudicados. No hay que olvidar que, aunque estamos ante una crisis que tendrá un fuerte impacto en la economía, su origen no es una crisis del sistema financiero. Las medidas tomadas para proteger al sistema bancario cobran especial relevancia debido a que la mayoría de la financiación a compañías se otorga a través de los bancos.
¿Qué está pasando en los Mercados de Renta Fija?
La crisis sanitaria ha producido en los mercados financieros un movimiento mucho más brusco y rápido que la vivida en 2008, tras la quiebra de Lehman. La corrección ha afectado a todos los activos financieros y fruto de la falta de liquidez hemos visto movimientos erráticos en los bonos sin distinción por emisor. Sin embargo, los mercados de renta fija se han ido normalizando poco a poco y estamos viendo el impacto de las medidas adoptadas por los bancos centrales ayudando a que los mercados financieros puedan funcionar correctamente.
En la deuda de los Gobiernos, tras la intervención de los bancos centrales, no esperamos grandes movimientos en los tipos de interés de largo plazo, dado que a partir de ahora las autoridades monetarias tratarán de frenar los repuntes excesivos de los costes de financiación.
En cuanto al Crédito, durante el mes de marzo, todos los bonos corporativos han sufrido un movimiento de ampliación de sus diferenciales muy violento (con horquillas de demanda-oferta no vistas desde el 2008) y no ha habido refugio ni siquiera en los tramos más cortos de bonos con grado de inversión, generando una dislocación en los precios completamente irracional. Sin embargo, en los últimos días la volatilidad ha disminuido desde máximos, y los programas de compras de bonos corporativos que están implementando el BCE y la Fed ayudarán a estabilizar los mercados de renta fija.
Dentro de la renta fija, vemos más oportunidades de inversión en bonos corporativos europeos, con Grado de Inversión, compañías de alta calidad, poco endeudadas, que cuentan con el apoyo de las compras del BCE, y con escasa exposición al sector de viajes, turístico o petróleo.
En cuanto a la renta fija con más riesgo, comúnmente denominada High Yield o de alto rendimiento, ha sido el que peor evolución ha tenido en las últimas semanas, reflejando así la mayor aversión al riesgo. En especial, el descenso de los precios de los bonos high yield americano con importante peso en el sector energético (muy afectado por la fuerte caída de los precios del petróleo) y en el sector de transporte aéreo, ha dejado unas rentabilidad muy altas, reflejando de esta forma la mayor probabilidad de impago. A los niveles actuales, la deuda de alto rendimiento es atractiva para el inversor, pero requiere de una gran capacidad de análisis para evitar posibles trampas de valor durante el proceso de selección de activos.
Tenemos por delante unos meses de mucha volatilidad, debido a las incertidumbres existentes en el mercado (vacuna, tratamiento, duración del parón económico…) pero también es un momento de oportunidades manteniendo la cautela y prudencia en la selección de las inversiones.
¿Qué recomienda Gescooperativo a sus clientes?
En momentos como éste, conviene mantener la calma y dejar que el largo plazo actúe de soporte a nuestra inversión, máxime cuando el mercado es imprevisible ante situaciones desconocidas en las que resulta complicado hacer predicciones. Un horizonte a largo plazo incluye periodos alcistas y bajistas y después de grandes correcciones, los mercados recuperan la confianza y comienzan una etapa ascendente. Las medidas que se están poniendo en marcha por parte de bancos centrales y gobiernos junto a la estabilización de los contagios serán los pilares sobre los que se asiente el inicio de la recuperación. John Templeton, pionero en la gestión de fondos de inversión, decía que “Los mercados alcistas nacen con el pesimismo, crecen con el escepticismo, maduran con el optimismo y mueren de euforia”. Quedarse completamente fuera de mercado, nos haría desaprovechar oportunidades y perder los mejores días de recuperación.
Para aquellos potenciales inversores que hasta ahora no habían dado el paso a invertir, esta situación se presenta como una oportunidad. Creemos que la mejor forma de acceder a los mercados es invertir a través de nuestros fondos, y aprovechar así las ventajas de la diversificación. Nuestro equipo de gestores busca las mejores alternativas, preponderando activos de empresas de calidad, solventes y con negocios recurrentes, preparados para aprovechar la recuperación, que se producirá, en cuanto se vayan despejando las incógnitas que rodean la situación actual.