La LOMLOE: ¿conoces la ley educativa de nuestro país?

La LOMLOE, la nueva ley educativa del Gobierno, pretende reforzar la FP y permitir el acceso a cursos superiores. Estas son las leyes educativas españolas y su evolución hasta la LOMLOE
Actualidad24 septiembre, 2021640611 min

Atrás quedan los años en los que íbamos al instituto o a la universidad, en los que intercambiábamos apuntes con nuestros compañeros, hablábamos con el profesor para que nos explicara a fondo una asignatura o disfrutábamos de buenos momentos con nuestros amigos en las actividades extraescolares. Ahora son nuestros hijos los que viven esta realidad, que está marcada por la ley de educación del Gobierno: la LOMLOE.

 

La LOMLOE o la Ley Orgánica de Modificación de la LOE fue aprobada por el Congreso en 2019, con la intención de revertir los preceptos de la conocida LOMCE y volver a las líneas de actuación de la LOE de 2006. Entre los objetivos planteados se encuentra “la reducción del abandono escolar prematuro, la mejora de la tasa de población que termina la educación obligatoria y la implementación de las TIC en las aulas”.

 

En este artículo queremos hacer un repaso por las leyes educativas que hemos tenido en nuestro país, ocho en cuarenta años,  y te explicamos en detalle en qué consiste la LOMLOE, la ley bajo la que estudian nuestros niños. ¿Te gusta la idea! ¡Vamos a ello!

 

Las leyes educativas del pasado: camino a la LOMLOE

La historia de las leyes educativas se remonta a 1980, con la llegada de la democracia. En aquella época se instauró la ​​Ley Orgánica por la que se regula el Estatuto de Centros Escolares (LOECE), con la que el Gobierno creó entidades colegialas que agrupaban a todos los sectores de la comunidad educativa, como las asociaciones de padres y profesores, además de aplicar un sistema democrático de organización en los colegios e institutos.

 

De 1985 a 1995 se sucedieron tres leyes del Ejecutivo socialista: la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE), la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) y la Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes (LOPEG). Estas reformas acabaron con el sistema de EGB y BUP de la LGE (1970) y estableció los ciclos formativos de Educación Infantil (0 a 6 años), Educación Primaria (6 a 12 años), Educación Secundaria Obligatoria -ESO- (de 12 a 16 años) y Bachillerato (de 16 a 18 años) de los que disfrutamos en la actualidad.

 

Las tres leyes siguientes, dos del Gobierno popular y uno del Gobierno socialista, la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). La primera tuvo una vida corta, con el fallido intento de introducir reválidas en bachillerato, mientras que la segunda permitió el paso de curso con dos asignaturas suspendidas e introdujo la asignatura de Educación para la ciudadanía. La tercera fue la famosa ley Wert, vigente hasta el año 2020, en la que se establecieron las reválidas de ESO y bachillerato, se redujeron las asignaturas optativas y se dio un impulso curricular decisivo a la asignatura de Religión.

 

La LOMLOE: un giro educativo en todos los ciclos

La octava ley educativa de nuestra democracia, la LOMLOE o Ley Celáa, está llena de propuestas formativas novedosas que tienen como objetivo facilitar el acceso a cursos superiores o priorizar la FP como una salida laboral para los jóvenes españoles. Estas son las medidas más importantes que incluye y que tienen efecto en el curso escolar que acaba de comenzar:

 

  • Recuperación de los ciclos de educación primaria. Los ciclos de la LOE vuelven a entrar en funcionamiento, estableciendo la asignatura de Educación en valores cívicos y éticos. Además, se potencia la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual, y se da la posibilidad al equipo docente de que permita al alumnado estar un año más en último curso si no alcanza las competencias adecuadas.

 

  • Cambios estructurales en la ESO y el bachillerato. La gran novedad durante la primera etapa es que, a pesar de contar con materias no superadas, “los alumnos promocionarán de curso cuando el equipo docente considere que la naturaleza de estas les permite seguir con éxito el curso siguiente”. En el caso del segundo ciclo, se permite pasar de primero a segundo de bachillerato con dos materias suspendidas, y obtener el título para el que solo tenga una asignatura suspendida en su expediente.

 

  • Mejora en el reconocimiento social de la FP. Se establece una distribución basada en ciclos formativos de grado básico, de grado medio y de grado superior, así como los cursos de especialización, todos ellos con una organización modular. En cuanto a los requisitos, es necesario contar con un título de ESO para el grado medio o estar en posesión del título de Bachiller o del de Técnico de Grado Medio para el grado superior, con la posibilidad de realizar un examen de facultades si el alumno no cumple con estas condiciones académicas.

 

Junto a estos cambios generales, la LOMLOE añade otros de carácter específico. Por ejemplo, se sustituye la obligatoriedad de la Religión y se posibilita una asignatura optativa centrada en “Cultura e historia de las religiones”, además de reforzar la participación de la comunidad educativa en las decisiones de los colegios o los institutos.

 

La nueva ley de educación está diseñada para facilitar el acceso a cursos superiores y renovar el acceso a alternativas a los grados formativos, como es el caso de la FP. Queda por ver si, en los próximos años, permiten reducir la tasa de abandono escolar o contribuyen a mejorar la tasa de desempleo juvenil española, la más alta de toda la Unión Europea.