Consejos psicológicos para proteger tu salud mental durante el confinamiento

Estrés y ansiedad son los primeros síntomas del aislamiento. Asumir la realidad, mantener el contacto con seres queridos y organizar tu tiempo son algunos consejos psicológicos para afrontar el encierro con una salud de hierro.
Actualidad30 marzo, 202053009 min

La situación en la que nos encontramos por el estado de alarma y las nuevas noticias que nos llegan sobre el aumento de contagios provocan en la mayoría de los ciudadanos incertidumbre, estrés, ansiedad, confusión... La pandemia por el brote de coronavirus COVID-19 y el confinamiento puede afectarnos a nivel físico y a nivel mental. Por eso, hoy te damos unos consejos psicológicos para proteger tu salud mental durante la cuarentena.

 

Estos días, el distanciamiento social que supone el confinamiento en nuestros hogares implica un cambio de hábitos y costumbres importante. Para minimizar los efectos emocionales que puede tener en nosotros, los expertos recomiendan trabajar y activar la inteligencia emocional. Esto no quiere decir que tengamos que estar todo el día felices. Podemos, de hecho, debemos, permitirnos aburrirnos, sentir miedo, agobio… La clave está en mantener el equilibrio.

 

8 consejos psicológicos para afrontar el aislamiento

Lo más importante para mantener nuestra salud mental es ser positivos y potenciar la tranquilidad. Pero además, debemos:

 

  1. Comprender la realidad del aislamiento. Esta situación que obliga a estar encerrados es tan rara que es normal que al principio nos cueste creerla. La realidad es que es cierta y es necesario entender que debemos que permanecer en casa. Quedándonos en casa, salvamos vidas.
  2. Haz lo correcto. No te centres en la idea de no poder salir, piensa que es la mejor manera que tienes de colaborar en la lucha para frenar los contagios y de ayudar a los sanitarios. Esta idea debe estar constantemente en nuestro pensamiento y en las conversaciones con quienes nos acompañan en casa. La situación depende mucho de nosotros mismos. 
  3. Planifica la nueva situación. Nuestra vida ha cambiado de la noche a la mañana.  Es necesario modificar rutinas y adaptarlas a la nueva realidad. Para que la convivencia familiar sea saludable hay que ponerse de acuerdo en unas normas básicas. Piensa en actividades para realizar sólo o con el resto de miembros, organiza la lista de la compra para salir lo menos posible, respeta los espacios y tiempos de los demás…
  4. Intenta no obsesionarte con el tema. Infórmate de manera adecuada a través de comunicados oficiales e informativos. Tienes que evitar la sobreinformación procedente de cuentas no verificadas de redes sociales, los bulos de Whatsapp y los mensajes confusos porque es el principal factor que genera ansiedad. Presta especial atención a las noticias que generen emociones positivas. Por ejemplo, en vez de quedarte con el número de fallecidos, prueba a poner el foco en las personas que han superado la enfermedad.
  5. No te aisles, mantén los contactos. Estar en casa no implica que no puedas estar en contacto con tus seres queridos. Habla a diario con la familia, amigos y compañeros de trabajo para saber cómo están afrontando la situación, pero sin alimentar el miedo y la incertidumbre. Para transmitir calma y tranquilidad lo mejor es organizar una videoconferencia y veros las caras.
  6. Aprovecha el tiempo. La falta de tiempo libre es algo muy común en nuestras vidas, ahora lo tienes, no lo desperdicies. Aprovéchalo haciendo esas cosas que siempre has querido hacer pero que nunca encontrabas el momento. Pon tu creatividad a trabajar, haz un curso online de fotografía, busca nuevas recetas y ponte a cocinar o aprovecha para hacer actividades en familia.
  7. Haz deporte todos los días. Además de ser divertido reduce los síntomas de depresión y de ansiedad porque mejora el funcionamiento del cerebro aumentando la sensación de bienestar. Busca vídeos por internet y ponte manos a la obra. 
  8. Cuídate y cuida de los tuyos. Dale la importancia que se merece al  autocuidado, recibir luz natural 20 minutos al día, dieta equilibrada, dormir un número de horas adecuadas, y, muy importante, no perder el sentido del humor. Y si tienes niños en casa cuida especialmente tu estado de ánimo, lo que dices, cómo lo dices.

 

Como ves, hay maneras de evitar la ansiedad y el estrés que provoca el aislamiento pero debes de recordar, más allá de estos consejos psicológicos, esta situación excepcional que estamos viviendo puede convertirse en una oportunidad para dar valor a pequeños momentos que en otras circunstancias nos pasarían por alto.