Las pequeñas y medianas empresas, así como los autónomos, son la «columna vertebral» del país, tal y como defiende públicamente Pedro García Romero, presidente de la Unión de Cajas Rurales de Castilla y León, UCAR. Recientemente, el Grupo Caja Rural participó, junto con el presidente de UCAR y otros representantes del sector financiero y empresarial, en la jornada «Retos e incertidumbres de las pymes ante el 4.0«.
El avance de las nuevas tecnologías e internet ha ido llegando, poco a poco, a todas las regiones de España y a todos los sectores productivos, también. Por ello, recientemente os hemos contado como la agricultura evoluciona hacia sistemas más eficaces y, también, como hay empresas que se preocupan por acercar a las personas mayores las herramientas necesarias para digitalizarse.
Desde el Grupo Caja Rural se defiende la necesidad de acercar las ventajas de las nuevas tecnologías a los ciudadanos en las zonas más rurales. José María Carrizosa, responsable de Banca Digital de Caja Rural de Soria, ha explicado cómo gracias a la innovación tecnológica se pueden crear soluciones necesarias y útiles para las personas. «Lo que es triste es que haya gente que quiera seguir viviendo en su pueblo y no tenga la opción de quedarse. Una vez haya una infraestructura razonable, las distancias no existirán y se facilitarán muchos trámites», defiende el responsable. Carrizosa, además, recuerda cómo para Caja Rural lo primero son las personas y sus necesidades, «estamos donde no está nadie más. Con nuestra oficina móvil damos servicio a las personas que de otra forma estarían excluidas financieramente», refiriéndose a las zonas rurales donde no hay oficinas bancarias.
«No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época». Con esta sentencia, Oscar Martínez, director de Desarrollo y Empresas de Banco Cooperativo, resalta la necesidad de todos los agentes del mercado, pymes o grandes empresas, de actualizarse contínuamente en base a las necesidades sociales. «Estamos viendo como muchas nuevas empresas nacen en zonas no tan urbanitas», ahora que pueden poner en marcha sus modelos de negocio desde otras regiones más alejadas de las grandes ciudades.
La evolución, con estos pequeños cambios sociales y de estrategias empresariales, es una señal inequívoca de las nuevas oportunidades que surgen gracias, en gran parte, a las nuevas tecnologías e internet.
