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Nuestros hábitos de consumo a título individual influyen más de lo que pensamos sobre la salud del planeta. Coger el coche diariamente para ir al trabajo, hacer la compra en una gran superficie o utilizar derivados plásticos en nuestro día a día son gestos que fomentan la huella de carbono que acumulamos sobre el medioambiente.
No es de extrañar que los sectores que más contaminación generan a la atmosfera sean precisamente el transporte, la industria alimentaria y la energía. Por esta razón, una forma de comenzar a integrar la sostenibilidad en nuestra vida cotidiana pasa por reeducar nuestra forma de comer y el consumo alimentario.
Producción sostenible de alimentos
Conscientes del poder que los países desarrollados y sus ciudadanos tienen como comensales y consumidores, las Naciones Unidas incluyen dentro de la agenda 2030 el Objetivo para el Desarrollo Sostenible: Hambre Cero. Este reto pretende lograr que para el año 2030 ninguna persona del planeta sufra problemas de malnutrición. Igualmente, también buscan que los medios producción de alimentos sean sostenibles con el medioambiente y mantengan la biodiversidad genética de semillas, plantas y animales, entre otros propósitos.
Consejos para fomentar la sostenibilidad desde la alimentación
Para contribuir a alcanzar esta meta con tu comportamiento individual, te recomendamos empezar ya y seguir algunos de los siguientes consejos:
- Prioriza el consumo de alimentos de proximidad.
- Diseña tu dieta en base a los productos de temporada.
- Huye de las frutas y verduras envasadas en plástico.
- Infórmate sobre el sistema de producción.
- Limita el desperdicio de alimentos.
- Apuesta por la pesca sostenible.
Si quieres conocer más en detalle los consejos para fomentar la sostenibilidad desde el plato, toma nota del resto de tips que te proponemos en la infografía.
