Hace dos décadas que once países de la Unión Europea empezaban a utilizar una moneda común: el euro. En España dijimos un adiós definitivo a la peseta, moneda oficial hasta el euro, en marzo de 2002. Todavía hay voces que reclaman una sociedad sin efectivo para luchar con la economía sumergida, por ejemplo, pero, ¿seríamos capaces de vivir sin efectivo?
Ya se ha dado el caso en países del norte de Europa donde se ha apostado por una sociedad sin efectivo para “poner cerco a la economía sumergida, dificultar la evasión de impuestos y capitales”, tal y como leemos en El Blog Salmón.
En España, según el estudio realizado por Schneider, utilizando una metodología de Múltiples Indicadores y Múltiples Causas (MIMIC Ajustado), la media entre 1991 y 2015 de economía sumergida en España supera el 25% del PIB.
Además de los datos expuestos, recogidos en el estudio publicado por la Fundación Funcas a mediados de 2018, encontramos una serie de recomendaciones para luchar contra la economía sumergida y el fraude fiscal en España. La mayor parte de las acciones están centradas en mejorar la cultura fiscal y económica de los ciudadanos. En el estudio no se comenta la posibilidad de eliminar el dinero en efectivo pero, teniendo en cuenta que en otros países sí se está aplicando, no creemos que sea una medida descartable al 100%.