La batalla por llevar la inflación al 2% sigue siendo el foco de los principales Bancos Centrales. La última subida de tipos de interés de 75 puntos básicos llevada a cabo en EEUU y Europa, ha venido acompañada de un tono Hawkish aumentando la probabilidad de una mayor política restrictiva en los meses venideros.
Ese tono por si solo ya ha traído consigo movimientos de cola. Si a eso le añadimos por un lado, los últimos datos económicos publicados por Estados Unidos que no están siendo lo suficientemente negativos como para frenar esta tendencia de políticas restrictivas. Y por otro lado, el aumento de tensiones geopolíticas con Rusia e incluso la intervención directa en el mercado de renta fija del Banco de Inglaterra. El resultado es un periodo de rentabilidad negativa y volatilidad elevada para la renta fija y la renta variable.
Intervención de Bank of England
Uno de los principales eventos vividos en las últimas semanas ha sido la llamativa intervención del Bank of England (BoE) tratando de evitar una reacción en cadena en el mercado de renta fija. El pasado 28 de septiembre el BoE anunciaba su plan de rebaja fiscal para potenciar el crecimiento de la economía. Desde Inglaterra no contaban con el violento movimiento al alza de la rentabilidad de los GILT (deuda publica soberana emitida o garantizada por el gobierno de Reino Unido, considerados valores de máxima solvencia) que esa medida supondría.
Estos activos estaban siendo utilizados por los fondos de pensiones como inversiones estables considerando que no sufrirían variaciones excesivas ni en precios ni en rentabilidades. La fuerte y repentina caída en los precios de los GILT llevo a los fondos de pensiones (que tenían operaciones apalancadas) a una situación de Margin call (situación en la que si no se aportan nuevas garantías, las posiciones se venderían) que, de no poder garantizar, podría haber provocado una reacción en cadena.
Ante esta situación, el Banco de Inglaterra entraba al rescate recomprando sus propios bonos inflando artificialmente los precios de mercado y evitando así la reacción en cadena que hubiese supuesto las ventas de los GILT de los fondos de pensiones. Esta intervención terminaba el pasado 14 de octubre y, tras la destitución del ministro de economía que propuso la rebaja fiscal, la primera decisión del nuevo ministro de economía ha sido la de eliminar por completo el plan de bajada de impuestos.
Dato de inflación histórico en Alemania
Además de una intervención que pasará a los libros de historia de la economía, este último mes nos ha dejado también un dato de inflación histórico. Se trata del último nivel de inflación de Alemania que, por primera vez en los últimos 70 años, publicaba una inflación de doble dígito (10%). Pese a que en diferentes regiones europeas el aumento de la inflación se ha comenzado a moderar, Alemania no termina de digerir el problema energético en el que se encuentra, habiendo sufrido un repunte en la inflación desde el 7,9% al 10%
Tal y como comentamos, el principal culpable de esta histórica cifra ha sido el precio de los productos energéticos que, en términos interanuales, han aumentado un 43,9%. Desde Alemania advierten que esta inflación impacta cada vez más a muchos otros bienes, como los de alimentación que sufren una subida del 18,7% interanual.
El uso de ayudas públicas, como el billete de transporte de 9 euros y el descuento del carburante ayudó a contener en la medida de lo posible la inflación, pero, el final de las mismas ha contribuido en el repunte de este último mes. Ahora, con el invierno a la vuelta de la esquina, Alemania se encuentra pendiente de la aprobación de su programa energético de 200.000 millones de euros dispuesto a hacer frente a los precios del gas, que, aseguran, todavía no se han trasladado a los precios finales.
En qué fijarse en los próximos meses
Prácticamente la única forma de protegerse ante este tipo de entorno de alta volatilidad se encuentra en la recopilación de información que, mediante una buena interpretación puede evitarnos tomar decisiones precipitadas. En los próximos meses, habrá que seguir de cerca las publicaciones de datos económicos. Está siendo evidente que estos determinaran la agresividad de las políticas de los bancos centrales y, al igual que una subida de tipos es capaz de enfriar las bolsas globales, un cambio de tono puede dar un empujón al mercado.
Además, en los próximos días hay que seguir de cerca también los resultados empresariales que, si demuestran que las empresas son capaces de capear el temporal y mantener sus perspectivas de crecimiento intactas, podría revertir la situación actual. Al no existir una bola de cristal y ni nadie que pueda anticipar con total certeza como serán los próximos datos, siempre es conveniente mantenerse invertido para poder ser parte de las subidas cuando las publicaciones sean favorables.