En 112 países la violación marital no está tipificada como delito; en 45 países no existe una legislación que aborde el acoso sexual; 67 criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo; al menos 68 países tienen leyes que criminalizan específicamente la no divulgación, exposición o transmisión del VIH.
Son sólo algunos de los datos que pone sobre la mesa el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (ONUSIDA) para la celebración del Día para la Cero Discriminación. Una cita que se conmemora cada 1 de marzo desde 2013 y que, en esta ocasión, se centra en la necesidad urgente de actuar contra las leyes discriminatorias.
En muchos países del mundo, las leyes hacen que las personas reciban un trato diferente, excluidas de servicios esenciales o estando sujetas a restricciones sobre cómo viven sus vidas simplemente por ser como son. Tales leyes, sostienen desde ONUSIDA, “son discriminatorias. Niegan los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Acabar con la discriminación
Actualmente, las personas pueden experimentar más de una forma de discriminación. El estado de salud, la raza, el género, la identidad u orientación sexual son causas de exclusión en todo el mundo.
En este sentido, en un día como hoy, animan a la ciudadanía a poner fin a la discriminación. Para ello, proponen apoyarse en derechos fundamentales para impugnar y actuar contra las leyes discriminatorias de los Estados. Entre ellos, el derecho a la igualdad de trato ante la ley, el derecho a la educación, a las oportunidades económicas, a la privacidad, a la salud y a un juicio justo.
Fundación Personas
En nuestro país son muchas las asociaciones, organizaciones no gubernamentales y fundaciones que trabajan por la cero discriminación. Un ejemplo es la Fundación Personas, que fomenta la prevención, atención e inclusión de las personas con discapacidad intelectual.
La filosofía ‘piensa global, actúa local’ es la que practican en La Fundación Personas. A través de proyectos que desarrollan en Castilla y León. Isidro Deza, delegado de la fundación Personas en Zamora, nos explica que su labor “siempre ha estado basada en valores éticos, como la lucha contra la discriminación por el hecho de tener una discapacidad intelectual”. Para ello, hacen especial hincapié en la sensibilización a la sociedad a través de iniciativas como la Marcha Solidaria. “Actualmente están muy en auge estas caminatas y/o carreras, pero nuestra entidad lleva 35 ediciones, por cierto, gracias, entre otros apoyos, a Caja Rural”, apunta.
Además, la Fundación realiza actividades que fomentan la inclusión y la accesibilidad física y cognitiva “defendiendo, por tanto, un modelo de ciudadanía plena en la que no queden puertas que no podamos franquear por nuestra discapacidad”.
Necesitamos que las leyes se cumplan
A la hora de imaginar un país en el que ninguna forma de discriminación tenga cabida, Deza nos comenta que “es un trabajo largo y arduo. Uno de nuestros grandes valores es que somos un modelo de prestación de apoyos, tenemos un movimiento familiar detrás y eso nos ha hecho beligerantes y no conformistas. Esa es una de las claves, si hay una serie de leyes, artículos y normas que velan porque no exista discriminación, necesitamos que se cumplan, que no haya escapatorias ni en el sector privado ni en el público. Para ello hace falta que seamos proactivos en la búsqueda de esos objetivos de no discriminación” nos explica el delegado de la Fundación Personas Zamora.
Complicidad actual y futura
Preguntado por la importancia que tiene el acceso a la financiación privada, Isidro Deza no duda en asegurar que su labor no podría completarse sin las iniciativas que llevan a cabo entidades cercanas a nuestro movimiento. “El sector público nos apoya de manera muy importante, pero para dar un salto de calidad, para alcanzar ese plus que marca la satisfacción de las personas, es necesaria la colaboración de organizaciones próximas a nosotros, que nos ayudan casi de manera incondicional. Caja Rural, por ejemplo, lleva años haciendo el camino a nuestro lado, son partícipes de muchas acciones que se han llevado a cabo en todo este tiempo: marchas, ayudas al deporte, proyectos para el empleo, etc” explica el delegado.
En definitiva, tal y como expresa Deza, “de esta complicidad actual, y esperemos que futura, seguirán surgiendo historias personales y de la organización de las que todos nos seguiremos sintiendo orgullosos”.