Uno de los principales objetivos de los avances tecnológicos es hacernos el día a día más fácil. En el caso de las personas más mayores, ciertos dispositivos suponen una mejora en su calidad de vida. Estar más y mejor conectados es, además, un plus de tranquilidad para ellos y para sus familiares.
Desde aplicaciones para reforzar la memoria, pulseras para estar conectados, apps para la salud y hasta pastilleros inteligentes. Estos son sólo algunos de los gadgets que velan por nuestros mayores. Pero, además, la integración de la tecnología en los hogares, convirtiendo las viviendas en inteligentes, aumenta la seguridad y favorece la independencia de estas personas.
Apps para la tercera edad
Según el informe anual que publica la Fundación Telefónica, La Sociedad de la Información en España, los internautas mayores de 65 años han aumentado el uso de internet considerablemente. De ellos, el 52,5 por ciento compra por internet, el 27,2 por ciento ve o escucha contenido multimedia a través del móvil y el 14,3 por ciento utiliza mensajería instantánea semanalmente. Con estos datos, es normal que las apps para ayudar a los mayores en su día a día estén en auge.
Por ejemplo, aplicaciones como Medisafe o Alarma de medicación evitan que estas personas olviden tomar su medicación; Life 360 o bSafe, indicadas en caso de demencia senil o Alzheimer, permiten que el usuario desorientado active una alarma para enviar su ubicación; y apps como Podómetro y Contador de pasos animan a los usuarios a hacer ejercicio y compartir sus progresos con la comunidad con el fin de promover un envejecimiento activo.
Las TIC y la promoción de la salud en mayores
El objetivo de las nuevas tecnologías al servicio de los mayores no es otro que mejorar su calidad de vida y promover su independencia. El proyecto Geria-TIC, impulsado en 2016 por varias empresas gallegas y el Centro de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC), es una muestra de ello.
Mediante el uso de pulseras de medición de actividad física y sueño y una aplicación personalizada, el proyecto se ha enfocado en favorecer la promoción de la salud de este colectivo en tres ámbitos de actuación: incontinencia urinaria, detección y prevención de las caídas y el control del sueño.
Entre los objetivos del proyecto merece la pena destacar la definición de un sistema tecnológico para gestionar la información de salud y, así, ofrecer intervenciones específicas para las personas mayores y alojar dicho sistema en la nube; investigar cómo la tecnología actual de software, comunicaciones y la sensorización con wearables pueden integrarse para crear un entorno que permita promover la salud de las personas mayores; y trabajar en el ámbito de la usabilidad y la accesibilidad para crear interfaces funcionales para los usuarios finales y accesibles para aquellas personas con dificultades de acceso.
Inversión en investigación, desarrollo e innovación
Proyectos así ven la luz gracias al esfuerzo que las empresas realizan en sus áreas de I+D+i. Un impulso que, en ocasiones, se ven truncado no por falta de ganas e iniciativa, sino por escasez de recursos económicos. En el Grupo Caja Rural tratamos de poner a disposición de las empresas diferentes opciones de financiación para que sigan apostando por impulsar la investigación y la innovación en su sector.
La tecnología, como vemos, lejos de alzarse como una barrera entre generaciones, es un puente. El fin no es únicamente convertirnos en usuarios digitales sino, ser capaces de integrar los avances tecnológicos en nuestra rutina para tener una vida más sencilla, saludable e independiente.