Un chiringuito financiero es una entidad que ofrece y presta servicios de inversión sin estar autorizadas para hacerlo, tal y como define la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por tanto, si quieres mantener tus ahorros a salvo, te recomendamos que los mantengas lejos de cualquier chiringuito financiero.
El objetivo de un chiringuito financiero es apropiarse del capital de sus víctimas. Y, para ello, lo que suelen hacer es prometer inversiones con altas rentabilidades. En este sentido, desde la CNMV lo tienen claro, “los elevados rendimientos que ofrecen suelen ser demasiado buenos para ser ciertos”. Y es que, nadie regala duros a cuatro pesetas, como bien reza la sabiduría popular.
Cuando el inversor no consigue la prometida rentabilidad de las operaciones y pide explicaciones al responsable, el chiringuito financiero desaparece o cambia de nombre. Y es así como se produce la estafa.
Chiringuito financiero, al margen de la legalidad
Cuando uno está dispuesto a invertir, debe recurrir a empresas autorizadas para prestar servicios de inversión. Éstas son, entre otras, sociedades y agencias de valores, sociedades gestoras de cartera, EAFI, bancos y cajas de ahorros. Son entidades sujetas a las normas, que regulan los mercados de valores, y a estrictos controles por parte de la CNMV y del Banco de España.
Un chiringuito financiero actúa ajeno a estas normas. Y lo hace así porque no está registrado en la CNMV ni en el Banco de España y, por consiguiente, no ha sido autorizado para prestar servicios de inversión. Además, al no estar adherido al Fondo de Garantía de Inversiones o de Depósitos, en caso de insolvencia de la entidad, el inversor no está protegido.
Cómo actúa un chiringuito financiero
Pequeños empresarios, particulares con ahorros, profesionales liberales… Todos podemos ser víctimas de una estafa de estas características. Para mantener nuestros ahorros a salvo, es importante saber cómo suelen actuar este tipo de entidades, recordemos, no autorizadas.
Tras la obtención de nuestros datos personales, contactan con nosotros por teléfono, carta, correo electrónico, páginas web, etc. Medios que suelen emplear las entidades autorizadas, lo que puede generar confusión. Lo que debe llamar tu atención no es el canal utilizado, sino la forma. Es decir, el lenguaje y las técnicas de persuasión que utilizan los chiringuitos financieros a lo que debemos prestar especial atención. La CNMV alerta, a modo de ejemplo, de las siguientes:
- Apariencia de respetabilidad y éxito. Los responsables de estas entidades suelen vestir con elegancia y alquilan oficinas de lujo que abren al público, simulando ser una prestigiosa empresa de inversión.
- Predicciones acertadas. Esta táctica consiste en realizar un número elevado de llamadas. La entidad se presenta y no llega a solicitar dinero, simplemente, demuestra su conocimiento de los mercados financieros. En la mitad de las llamadas afirman estar seguros de la subida de un determinado valor. En otro grupo de llamadas ‘predicen’ la bajada del mismo valor. En los días sucesivos repiten el procedimiento, pero sólo con el grupo a quien se realizó la predicción acertada. De esta manera, los clientes se fían de sus predicciones y no dudan en entregarles sus ahorros.
- Explicaciones incomprensibles y abuso de tecnicismos, que les hacen parecer expertos conocedores de la materia.
- Ofrecen grandes beneficios con pocos riesgos.
- Urgencia en la toma de decisiones. Los responsables del chiringuito financiero utilizan argumentos dirigidos a lograr una decisión inmediata. Intentan convencer a su víctima de que se trata de oportunidades únicas que no volverán a presentarse.
Este tipo de comportamientos no se dan entre las entidades debidamente autorizadas, porque deben cumplir unas estrictas normas de conducta:
- Las entidades autorizadas nos solicitarán información para poder prestar sus servicios de manera adecuada. Cuando el intermediario autorizado comercializa un determinado producto, solicitará información al cliente o potencial cliente sobre sus conocimientos y experiencia, en relación con dicho producto, con la finalidad de evaluar si es conveniente para él. Es lo que conocemos como “evaluación de la conveniencia”.
- El contacto de la entidad autorizada debe haber sido solicitado o aceptado por el posible cliente. Las entidades autorizadas tienen nuestros datos de forma legal y contarán con nuestro consentimiento para hacernos llegar sus ofertas comerciales.
- Las entidades autorizadas no presionan al cliente. El inversor necesita tiempo para decidirse y tiene derecho a expresar y obtener respuesta a todas sus dudas.
- Los verdaderos profesionales nos plantearán ofertas realistas. Las promesas de rentabilidades excepcionales sin riesgo deben hacernos desconfiar de manera inmediata.
Sospechar es la mejor arma para mantenerte alejado de un chiringuito financiero. En el caso de que vayas a confiar tus ahorros a una entidad, lo primero que debes hacer es verificar que está debidamente autorizada para prestar servicios de inversión. Para ello, puedes recurrir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en la que solicitar dicha información antes de realizar cualquier desembolso.
Esta última parte es importante porque si ya has entregado el dinero, no siempre es recuperable.
Ante cualquier indicio de sospecha, no lo dudes, contacta directamente con con la Oficina de Atención al Inversor de la CNMV.