Cuando los ingresos de un país no llegan para pagar todas las necesidades de gasto y éste solicita financiación aparece la deuda pública. Que no es otra cosa que las deudas que tiene el conjunto de un país -gobierno central, comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones, Seguridad Social, etc.- con el sector privado.
En el caso de España, esta deuda pública se materializa en forma de Letras del Tesoro, Bonos y Obligaciones del Tesoro. Son títulos de renta fija que emite el Estado con un determinado vencimiento e interés. Los compran grandes inversores, fondos de inversión e, incluso, particulares y el Estado paga a cambio un interés.
La deuda pública y el déficit de un país no es lo mismo
La diferencia entre los ingresos y los gastos públicos, durante el año presupuestario, es lo que conocemos como saldo presupuestario. Cuando es negativo, hablamos de déficit y se requiere financiación; cuando es positivo, de superávit. Y siempre lo hacemos en un periodo de tiempo determinado. La deuda, por su parte, refleja los déficits acumulados.
La deuda pública española
En el tercer trimestre de 2018, la deuda pública de España ascendía a los 1,17 billones de euros, lo que se traduce en un 98,30 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) según los últimos datos publicados por Eurostat. Eso sí, en 2015 esta deuda pública en España superaba el 100% del PIB. Hoy por hoy, en el resto de los países de la Unión Europea la cifra varía bastante pero, la media de los 28 asciende al 80.8% del PIB europeo.
Consecuencias y previsiones internacionales
La deuda pública implica vulnerabilidad para nuestra economía. A pesar de la negatividad de muchos de cara a los próximos años, el Fondo Monetario Internacional hizo público, en octubre de 2018, un pronóstico mucho más positivo.
Según la publicación del FMI, la preocupación por la sostenibilidad de las finanzas públicas disminuye ya que la diferencia entre la tasa de crecimiento económico y el tipo de interés real será menor en todos los países miembros de la zona euro, entre ellos España.
La situación de España es similar a la del resto de países europeos, con Italia a la cabeza en deuda pública (131,8% del PIB), seguido por Francia (97% PIB), Alemania (64,1% PIB) y Reino Unido (87,7% PIB). Un panorama complicado del que es consciente el Gobierno central y que se traducirá en un endurecimiento de las condiciones financieras.
Desde la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, AIReF, señalan que, asumiendo el coste de la actualización de las pensiones al IPC, la deuda pública podría establecerse en torno al 76% en el año 2027.