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El IRPF es uno de los impuestos básicos e imprescindibles dentro del sistema tributario español, y es importante conocerlo para saber por qué se aplica y cómo hacerlo correctamente.
¿Qué es el IRPF en España y para qué sirve?
El IRPF es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Es decir, es un impuesto que hay que abonar siempre y cuando se supere una determinada cantidad de ingresos anuales por rendimientos del trabajo. Así, todas las personas físicas que tengan la residencia en España deben abonar este impuesto.
También deben pagarlo las personas extranjeras que residan en España, pese a que no tengan la nacionalidad. En cambio, los españoles residentes habitualmente en el extranjero no están obligados a pagar el IRPF en la mayoría de los casos.
A partir de este año 2023, hay algunas novedades a tener en cuenta a la hora de calcular el IRPF:
- Se incrementa de 000 a 15.000 euros el mínimo a partir del que las personas están exentas de pagar el impuesto. Todas aquellas personas cuyos ingresos se sitúen por debajo de esta cantidad no tienen obligación de presentar el IRPF, aunque pueden hacerlo voluntariamente.
- Se rebaja el IRPF para rentas de hasta 21.000 euros, y se aumenta el gravamen de las rentas del ahorro a partir de 200.000 euros.
⮞ ¿Cómo se calcula este impuesto?
El método para calcular el IRPF es otra de las grandes novedades que entra en vigor este año. A partir de 2023, se establecen 5 tramos en función de los ingresos reales. Los tramos que se siguen desde este año son los siguientes:
- Menos de 12.450 euros: se aplica el tipo impositivo del 19%, quedando una cuota tributaria de 2.365,5 euros.
- 450 € – 20.200 €: tipo impositivo del 24%, cuota tributaria de 1.860 €.
- 200 € – 35.200 €: el tipo impositivo es del 30%, y la cuota tributaria, de 4.500 €.
- 200 € – 60.000 €: asciende al 37% el tipo impositivo, y a 9.176 € la cuota tributaria.
- 000 € – 300.000 €: tipo impositivo del 45% y cuota tributaria de 108.000 €.
- A partir de 300.000 €: el tipo impositivo es del 47% y la cuota tributaria variará según la cantidad que se declare.
⮞ Ejemplo de cálculo de IRPF
¿Esto qué significa? Que, si tus ingresos son de 32.000 euros anuales, el tramo de tu salario que va hasta los 12.450 euros se gravará con una tasa impositiva del 19%, pero a los dos tramos siguientes (12.450 € – 20.200 € y 20.200 € – 35.200 €), se les aplicará el 24% y 30% respectivamente.
Retenciones de IRPF
Las retenciones del IRPF constituyen un pequeño adelanto que hacemos a la Agencia Tributaria que se resta a lo que nos corresponderá pagar durante el período en el que presentemos la declaración de la renta.
Por ello, si este porcentaje que se aplica sobre la nómina es menor de lo que nos correspondería pagar, la declaración nos saldrá a pagar; es decir, tendremos que abonar la cantidad restante.
Si elevamos el porcentaje de retención en cada nómina, el resultado sería a devolver, y será la propia Agencia la que devuelva ese dinero que hemos adelantado previamente con las retenciones en cada nómina.
Es decir, es una parte de la nómina que dejamos de percibir, pero que, posteriormente, hará que el resultado de la declaración de la renta sea más beneficioso. Las retenciones pueden aplicarse de tres formas distintas:
⮞ En una factura
Si eres un proveedor de servicios y emites una factura a un cliente, debes aplicar en ella el porcentaje de retención del IRPF, además del porcentaje correspondiente por el IVA. Esto, siempre y cuando el cliente sea otra empresa o autónomo y la operación se desarrolle en España. La diferencia es que, mientras el porcentaje de IVA se suma a la base imponible, la retención del IRPF debe restarse.
⮞ En una nómina
En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, la retención del IRPF se aplica sobre su nómina. De esta forma, el empleado no debe preocuparse por efectuar el pago, puesto que es la propia empresa la que lo descuenta de su salario bruto y lo refleja presentando los modelos tributarios correspondientes.
⮞ En autónomos
Los autónomos tienen una situación un tanto particular, sobre todo los nuevos autónomos. Durante el primer año de alta y los dos siguientes de actividad, pueden optar por aplicar una retención del 7% en lugar del 15%.
Esta retención, que se aplica directamente en la factura, debe reflejarse a través del modelo 130 o 131 (en función de si se tributa por estimación objetiva o directa) cada trimestre.
Cabe destacar que los autónomos que estén dados de alta en las actividades empresariales incluidas en la sección primera del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) no están obligados a efectuar las retenciones en las facturas.
En cambio, aquellos profesionales autónomos que pertenezcan a las secciones segunda y tercera del IAE, sí deben aplicar dicha retención.
¿Cuándo se paga el impuesto sobre la renta?
Cada año, se establece un período durante el cual debes presentar la declaración de la renta, que suele ser entre principios de abril y finales de junio. El plazo concreto varía en función de la modalidad de presentación que elijas (online, física, telefónica).
En el caso de que seas autónomo, es importante tener en cuenta en qué situación estás. Si aplicas la retención en tu factura, son tus clientes quienes pagan este impuesto por ti, descontándote de la factura.
En cambio, si no aplicas esta retención en la factura, debes presentar, trimestralmente, la cantidad correspondiente al pago del IRPF. Para ello, puedes hacerlo entre los días 1 y 20 de los meses de enero, abril, julio y octubre.
💭 ¿Quién lo paga?
En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, es la propia empresa quien se encarga de presentar el IRPF retenido a cada trabajador, y a este, se le descuenta de la nómina.
Si eres autónomo y no estás obligado a aplicar retención del IRPF en tus facturas, debes presentar tú mismo la declaración trimestral en la que reflejes qué porcentaje de tus ingresos corresponde al pago de este impuesto.
En cambio, si eres autónomo, pero aplicas retención en la factura, será la empresa la encargada de abonarla, al igual que haría con sus trabajadores. En este caso, podrías decidir si, aún así, decides presentar la declaración trimestral como adelanto para obtener un resultado más beneficioso en la declaración de la renta.
Posteriormente, durante la campaña de la renta, todos estamos obligados a presentar el modelo correspondiente en el que se compensan los pagos por exceso o por defecto sobre la renta de las personas físicas.
💭 ¿Por qué hay que pagar este impuesto?
El pago por el impuesto sobre la renta de las personas físicas se entiende como una manera de contribuir al crecimiento del Estado en función de los ingresos que recibas tanto por rendimiento del trabajo como por rendimiento del capital o inmobiliarios.
Por este motivo, el pago del IRPF es obligatorio para la gran mayoría de profesionales en activo, siempre y cuando lleguen al mínimo establecido para tal fin. También, por ese motivo, el pago del IRPF funciona de manera progresiva; cuanto más ingreses y más tengas, más pagas.
IRPF vs declaración de la renta: ¿es lo mismo?
Generalmente, se suelen utilizar ambos conceptos como sinónimos, puesto que el IRPF es básico a la hora de presentar la declaración de la renta. En realidad, para muchas personas sí pueden entenderse como un mismo concepto, puesto que la declaración de la renta es una manera de formalizar el pago del IRPF.
Tiene alguna connotación distinta en el caso de los autónomos. Por un lado, estos deben presentar trimestralmente el modelo 130, la declaración trimestral del IRPF. Además, durante el período de campaña de la renta, tienen que presentar el modelo 100, que es el mismo que presenta cualquier contribuyente.
Dada la complejidad del IRPF, suele ser conveniente contar con el asesoramiento financiero especializado en este sentido. De esta forma, siempre tendrás controlado qué impuestos debes pagar y estarás al corriente de pago con la Agencia Tributaria.
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