Hoy es el Día Internacional del SIDA, una fecha que se conmemora cada 1 de diciembre desde 1988 para poner de relieve la lucha contra una enfermedad mundialmente conocida, que ya ha costado la vida de más de 39 millones de personas en el planeta.
En España, la acción del SIDA afecta a miles de ciudadanos. El informe Vigilancia epidemiológica del VIH y SIDA en España, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades defiende que en nuestro país había más de 140.000 afectados por el SIDA en cifras de 2018, de los cuales 20.000 no sabían que la tenían.
La ONU ya se ha puesto en marcha y ha preparado el reto 95-95-95, con el que pretende que la prevención, el diagnóstico y la detección de la enfermedad sean los objetivos fundamentales por parte de los gobiernos e instituciones antes de la llegada del 2030.
Qué es el SIDA: sus síntomas y pruebas
El SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es la etapa más avanzada de la enfermedad causada por el VIH, o virus de la inmunodeficiencia humana. El virus ataca y destruye el sistema inmune del cuerpo, dejando indefensas a las personas frente a infecciones u otras enfermedades que en circunstancias normales no serían peligrosas para ellas.
La transmisión puede producirse a través de cuatro fluidos: la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna. En resumen, el virus puede heredarse, pero también puede aparecer a través del contacto sexual o de la vía sanguínea si no se tiene un mínimo de precaución.
El Plan Nacional sobre el SIDA afirma que es imprescindible hacerse pruebas periódicas para la detección precoz de esta enfermedad. Los síntomas aparecen en las primeras semanas de contraerlo, pero pueden pasar hasta diez años hasta que se muestran los efectos posteriores. Estos son los síntomas más comunes:
- En las primeras 2 a 4 semanas: fiebre, dolor y malestar.
- En la etapa tardía: aftas, dolor de garganta, cansancio, infecciones, delgadez, hematomas, falta de aire, tos seca, erupciones en la piel y sangrado de boca o nariz.
En la mayoría de los casos se usan las denominadas técnicas inmunoenzimáticas (EIA), que con un análisis de sangre o saliva permiten obtener un resultado claro en 30 minutos. Cuando el paciente da positivo, el médico evalúa su situación y le aplica un tratamiento antirretroviral para contener el virus antes de que siga propagándose por todo su cuerpo.
¿El fin del SIDA? el reto 95-95-95
ONUSIDA se puso en marcha en 1996 como un esfuerzo de la ONU para terminar con el virus de forma definitiva para el año 2030. Fue por ello que se creó el reto 95, 95, 95, en el que se intentaba que, para este año 2020, se cumplieran los siguientes objetivos:
- Que en 2020 el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico respecto al VIH.
- Que en 2020 el 90% de las personas diagnosticadas con el VIH reciban terapia antirretrovírica continuada.
- Que en 2020 el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral.
A través de una serie de acciones y con un presupuesto de 140 millones de dólares, ONUSIDA ha llevado a cabo acciones en todos los continentes para concienciar sobre el uso de los métodos de anticoncepción, pero también para formar grupos de trabajos que cumplan la igualdad de género y consigan un nivel efectivo de protección social.
El foco está puesto en las ciudades. Más del 50% de la población mundial está afincada en ellas, por lo que se han creado comunidades repartidas por las principales urbes del globo, con la intención de terminar con el SIDA de forma permanente, pero también para combatir otras enfermedades como la tuberculosis o el cáncer.
La clave, para los ciudadanos, es la prevención. No es posible lograr una protección completa contra el SIDA ni erradicarlo cuando aparece, pero si seguimos una serie de consejos, como utilizar métodos de prevención en las relaciones sexuales y vigilar la esterilización de las jeringüillas, pondremos una buena barrera entre el virus y nuestra salud.